La Virgen de Luján fue nombrada Comandante Generala de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), el máximo rango simbólico que se le puede otorgar a un Santo Patrono dentro de las fuerzas armadas y de seguridad. La medida fue dispuesta por el Decreto 675/2025, firmado por el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, y ya se encuentra publicada en el Boletín Oficial.
La decisión reconoce el fuerte vínculo histórico, espiritual y cultural entre la Gendarmería y la Virgen bajo esta advocación, cuya imagen está presente en destacamentos de todo el país, especialmente en zonas de frontera como Salta.
Un gesto con peso institucional y simbólico
Desde 1975, la Virgen de Luján es oficialmente Patrona de la Gendarmería. Su presencia en cuarteles, actos y celebraciones ha sido constante, reflejando una devoción profunda tanto en el personal superior como en el subalterno. En este contexto, el nuevo rango de Comandante Generala refuerza su lugar dentro de la estructura institucional, elevándola al grado simbólico más alto que puede recibir una figura religiosa dentro de la fuerza.
El decreto establece no solo el reconocimiento formal, sino también la entronización de su imagen con los honores militares correspondientes. El Jefe de la GNA deberá garantizar que se cumplan los protocolos de acuerdo con la jerarquía asignada.
Salta, tierra de fe y frontera
En la provincia de Salta, donde la Gendarmería Nacional tiene una fuerte presencia operativa, la figura de la Virgen de Luján también ocupa un lugar importante en la vida diaria de los efectivos. En localidades como Salvador Mazza, Orán, Aguaray y Aguas Blancas, es habitual encontrar celebraciones religiosas impulsadas por los mismos gendarmes, con la participación de vecinos y comunidades cercanas.
La entronización de la Virgen como Comandante Generala no solo consolida una tradición, sino que también pone en valor el componente espiritual que acompaña el trabajo cotidiano de los efectivos, especialmente en contextos complejos como el patrullaje de rutas, controles de frontera y tareas de seguridad rural.
Legalidad y respaldo
La decisión cuenta con el aval del Obispo Castrense y fue respaldada por la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Gendarmería y del Ministerio de Seguridad. Según el decreto, se actuó en cumplimiento del artículo 99, inciso 1 de la Constitución Nacional.
Este tipo de reconocimientos tiene antecedentes en la historia militar argentina, donde otras fuerzas también han distinguido a sus santos patronos con jerarquías simbólicas similares.
Un símbolo que acompaña
Más allá de su función institucional, la Virgen de Luján representa una presencia cercana para quienes integran la fuerza y para muchas familias del interior. Su imagen es parte del día a día en los destacamentos y genera un sentido de pertenencia que trasciende lo operativo.
En Salta, donde la religiosidad popular está fuertemente arraigada, este nombramiento tiene un eco particular. La fe forma parte de la identidad local, y en ese marco, la figura de la Virgen como protectora de quienes cuidan las fronteras y los caminos cobra un valor profundo.