Una comitiva de legisladores argentinos fue recibida en Roma por el Papa León XIV, el sucesor de Francisco, en una audiencia que marcó un nuevo capítulo en el vínculo entre la Argentina y el Vaticano. Entre los representantes presentes estuvo el senador salteño Juan Carlos Romero, quien formó parte de una delegación integrada por diputados y senadores de distintos espacios políticos que viajaron como parte del Programa Roma-Ereván, impulsado por la Fundación Universitaria del Río de la Plata (FURP).
El encuentro, realizado en una de las salas del Palacio Apostólico, tuvo un tono íntimo y protocolar, y se centró en el intercambio de miradas sobre los desafíos sociales y políticos que atraviesan tanto la Argentina como el mundo. Según trascendió, el Papa León XIV expresó su interés por la situación de América Latina y por el rol de los nuevos liderazgos frente a los conflictos sociales y económicos de la región.
La audiencia se dio pocos meses después de la histórica visita del presidente Javier Milei al Vaticano, la primera desde que León XIV asumió el pontificado tras el fallecimiento de Francisco, en abril pasado. El gesto de recibir a representantes del Congreso argentino fue interpretado como una señal de continuidad en la intención del Vaticano de mantener lazos cercanos con el país, especialmente en tiempos de cambios políticos y tensiones internas.
Una delegación plural con mirada federal
La delegación argentina estuvo integrada por los diputados Maximiliano Abad, Karina Banfi, Florencia De Sensi, Álvaro González, Nicolás Massot, Fernanda Ávila y Bruno Olivera, junto al senador salteño Juan Carlos Romero, quien aportó la impronta norteña al grupo. Todos ellos participaron de las actividades oficiales organizadas por la FURP, una institución que desde hace décadas promueve el intercambio académico y político entre jóvenes dirigentes y funcionarios de distintos países.
Durante la audiencia con el Sumo Pontífice, los legisladores obsequiaron al Papa un poncho tucumano confeccionado a mano, una pieza de orfebrería que representaba una rosa —creada por el artista Adrián Pallarols— y una fotografía enmarcada de León XIV celebrando misa en la iglesia de San Agustín. Los regalos, cuidadosamente elegidos, simbolizaron el deseo de acercar al Papa un pedacito de la identidad cultural del norte argentino y la calidez de su gente.
Romero, quien viene participando de instancias internacionales vinculadas al diálogo interreligioso y la cooperación parlamentaria, destacó el valor simbólico de llevar al Vaticano un presente que representa la tradición artesanal y el espíritu solidario de la región. En su entorno señalaron que “el encuentro fue breve, pero cargado de sentido; el Papa transmitió un mensaje de paz y de compromiso con los pueblos más postergados, algo que en Salta se siente muy cercano”.
El mensaje del Papa León XIV y el llamado a la unidad
Durante la audiencia, el Papa habló sobre la necesidad de promover liderazgos basados en la paz, la solidaridad y la fraternidad, valores que —según expresó— deben atravesar las decisiones políticas y el modo de ejercer el poder. También hizo hincapié en la importancia de la cooperación entre naciones y en el papel de la política como herramienta de servicio al prójimo.
En ese sentido, varios de los legisladores interpretaron sus palabras como una invitación a reconstruir los lazos de confianza entre el Estado y la sociedad, en un contexto de fuertes tensiones políticas y sociales en la Argentina.
“El Papa insistió en que no hay progreso posible si se deja de lado la empatía y el compromiso con los más débiles”, comentó uno de los asistentes al salir del encuentro. Esa frase, aunque sencilla, resonó con fuerza entre los representantes argentinos, que viven de cerca la difícil realidad económica y social de muchas provincias.
Salta presente en el diálogo internacional
La presencia de Juan Carlos Romero no pasó desapercibida. El senador, con una extensa trayectoria política y una reconocida inserción en la escena nacional, fue uno de los que más destacó la relevancia de abrir espacios de diálogo con líderes internacionales. Según se supo, el salteño aprovechó la estadía en Roma para mantener reuniones con representantes de otras delegaciones latinoamericanas y conversar sobre la cooperación en materia de desarrollo regional y turismo sostenible, un tema clave para el norte argentino.
Salta, en particular, mantiene una relación histórica con la Iglesia Católica, tanto en su dimensión espiritual como cultural. El Señor y la Virgen del Milagro —devociones centrales en la vida salteña— fueron mencionados durante las conversaciones informales que siguieron a la audiencia, como ejemplo de fe popular y de comunidad. “El Papa sonrió cuando escuchó sobre las celebraciones del Milagro y recordó su paso por el norte argentino en su juventud”, relataron fuentes cercanas a la delegación.
Un viaje con agenda institucional y sentido humano
Además del encuentro con León XIV, los legisladores participaron en charlas con funcionarios del Vaticano y representantes de otros países, en el marco del programa que busca fortalecer el diálogo parlamentario y promover la formación política desde una perspectiva humanista. Las actividades incluyeron visitas a universidades, organismos internacionales y reuniones con diplomáticos.
Para los representantes argentinos, el viaje fue una oportunidad para intercambiar experiencias sobre políticas públicas y gobernanza, pero también para reflexionar sobre el rol que debe tener la política en contextos de crisis. En palabras de uno de los participantes, “fue un llamado a mirar más allá de las diferencias partidarias y volver a poner a la persona en el centro de las decisiones”.
Un gesto de esperanza en tiempos difíciles
La audiencia con el Papa León XIV fue breve, pero su significado trascendió la formalidad. En un momento en que la Argentina enfrenta desafíos económicos, sociales y políticos profundos, el mensaje del Pontífice resonó como un recordatorio de los valores que aún pueden unir a la dirigencia nacional: el diálogo, la empatía y la vocación de servicio.
Desde Salta, donde la fe y la identidad se entrelazan en cada gesto cotidiano, la noticia fue recibida con orgullo. La participación de Romero y el obsequio de un poncho del norte simbolizan la presencia de una provincia que, aun desde lejos, sigue aportando su voz a los grandes debates del país y del mundo.
En tiempos de fragmentación, el gesto de acercarse al Vaticano con la humildad de quien busca construir puentes parece cobrar más relevancia que nunca. El Papa León XIV, con su tono sereno y su mensaje esperanzador, dejó una impresión profunda en los legisladores argentinos, que regresan al país con la consigna de transformar la política en una herramienta de encuentro y no de división.