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AVANZA LA CAUSA

Marcelo Corazza enfrenta juicio oral por trata y abuso de menores

El proceso judicial ya comenzó y podría marcar un antecedente importante en causas de este tipo.

Marcelo Corazza enfrenta juicio oral por trata y abuso de menores

La causa contra Marcelo Corazza, conocido por haber ganado la primera edición de Gran Hermano Argentina, dio un giro decisivo con el inicio del juicio oral en su contra. El exparticipante televisivo se encuentra en el banquillo, acusado de haber sido parte activa de una organización criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual, en perjuicio de menores de edad. Junto a él, también están siendo juzgados Rolando Angelotti, señalado como el líder del grupo, Ignacio Mermet, Fernando Charpenet y Leandro Aguiar.

Las imputaciones son graves y abarcan una amplia gama de delitos: trata de personas, asociación ilícita, corrupción de menores, promoción de la prostitución, abuso sexual y tenencia de material de abuso sexual infantil. De comprobarse la responsabilidad de los acusados, estaríamos frente a una de las condenas más significativas en los últimos años vinculadas al abuso y la explotación de menores en el país.

Según la hipótesis de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 2 y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), el grupo actuó entre 1999 y 2023, reclutando a víctimas —principalmente varones menores de edad— en situaciones de extrema vulnerabilidad en la provincia de Misiones. Posteriormente, las trasladaban hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, donde eran sometidas a abusos y explotación sexual.

El expediente detalla un accionar sistemático y organizado, donde los imputados no sólo habrían captado a las víctimas mediante engaños y promesas, sino que también se habrían beneficiado económicamente del sometimiento sexual de los menores. Las pruebas reunidas por la fiscalía incluyen testimonios, evidencia digital y registros de comunicaciones entre los integrantes de la presunta red delictiva.

En este esquema, Rolando Angelotti es considerado el organizador principal, mientras que Corazza y los otros tres acusados habrían actuado como partícipes activos. Lo que agrava aún más el cuadro es el rango temporal de los hechos: más de dos décadas de supuesta actividad criminal encubierta, en la que varias víctimas fueron arrastradas a un circuito de abuso del que difícilmente pudieron salir sin secuelas.

El juicio oral comenzó tras una extensa etapa de instrucción, que culminó con la decisión del Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 4 de elevar la causa a debate. La primera audiencia ya tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires y el proceso se prevé extenso, considerando la cantidad de pruebas y la complejidad del caso.

Corazza, por su parte, sostiene su inocencia y, según trascendidos judiciales, buscará desvincularse del resto de los acusados. Su estrategia se centraría en negar cualquier relación con los hechos denunciados e incluso podría alegar desconocimiento sobre la edad del joven que lo denunció. Otra línea de defensa sería afirmar que no tenía conocimiento del funcionamiento de la organización ni vínculos reales con sus miembros.

Sin embargo, el contexto no le juega a favor. La acumulación de pruebas contra el grupo es contundente, y el testimonio de las víctimas reviste un peso fundamental en la acusación. De hecho, para los investigadores, hay elementos que demuestran una participación consciente y reiterada por parte de todos los imputados, incluido Corazza.

Este caso, si bien ocurre en jurisdicción porteña y bonaerense, tiene un eco nacional, incluyendo a Salta, donde las causas por trata y abuso sexual vienen en aumento y generan alarma en la sociedad. La trata de personas no reconoce fronteras y muchas veces involucra traslados entre provincias, redes que se articulan desde el norte del país hacia grandes centros urbanos. Es por eso que procesos judiciales como este son observados con atención por organismos provinciales, fiscales y referentes en la lucha contra la violencia y el abuso infantil.

El avance de esta causa también vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de una educación sexual integral, el fortalecimiento de las redes de contención para niños y adolescentes, y una Justicia que actúe con perspectiva de derechos. Porque más allá de los nombres conocidos que puedan estar involucrados, lo importante es visibilizar y desmantelar las estructuras que permiten que estos delitos sigan ocurriendo.

Por ahora, el proceso judicial continuará con nuevas audiencias en las próximas semanas. Se espera que la defensa de Corazza comience a desplegar sus argumentos más firmes en las instancias venideras. Sin embargo, los investigadores confían en que el peso de las pruebas será suficiente para alcanzar una condena ejemplar.

 


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