El 3 de abril de 2002, Marita Verón, de 23 años, salió de su casa en San Miguel de Tucumán para ir al médico y nunca regresó. Desde entonces, su historia se convirtió en un símbolo de la lucha contra la trata de personas y en un motor para impulsar leyes pioneras en Argentina.
A 23 años de su desaparición, la madre de Marita, Susana Trimarco, recibió recientemente una noticia que reavivó la esperanza: desde Paraguay le enviaron una foto de una mujer que podría ser su hija. Según contó, la imagen mostraba a Marita en un estado crítico: “Está desfigurada, es cuero y hueso. Para mí, como madre, es un puñal en el pecho”. Trimarco no quiso difundir la foto por respeto a la situación que atraviesa la joven.
La investigación del caso Marita Verón expuso redes de trata y reveló fallas en la actuación policial y judicial. Tras un largo proceso, en 2014 se dictaron condenas de entre 10 y 22 años para los acusados. Entre ellos estaban los hermanos Gómez, Daniela Milhein, Alejandro González y varios partícipes necesarios, quienes comenzaron a cumplir sus penas en 2017.
El caso también dejó un legado social y legal. La Fundación María de los Ángeles, creada por Susana Trimarco, ayudó a más de 100 mujeres a salir de situaciones de explotación. Además, impulsó leyes como la 26.364 y la 26.842, que establecen la prevención, sanción y asistencia a víctimas de trata, marcando un precedente en toda Argentina y también con impacto en Salta.
La búsqueda de Marita sigue siendo el eje de la vida de Susana y su nieta Micaela, que hoy tiene la misma edad que Marita cuando desapareció. Cada pista, cada indicio, mantiene viva la esperanza de reencontrarse después de más de dos décadas.
En Salta, la historia de Marita Verón reforzó la conciencia sobre la trata de personas, motivando a organizaciones locales a fortalecer la asistencia a víctimas y la prevención del delito. La reciente información desde Paraguay reabre un capítulo inesperado, demostrando que, pese al tiempo, la lucha contra la explotación sigue vigente y la esperanza de Susana Trimarco permanece intacta.