Una interna explosiva sacudió al Gobierno: el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó que la relación entre el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel está en su punto más frágil, al punto de no haber vuelta atrás. Según dijo en Radio Mitre, Milei “percibió que hubo una traición” y actuó con dureza ante lo que considera un acto deliberado de su vice.
La ruptura ya no es un rumor de pasillos: se visibilizó con fuerza cuando Villarruel, en su rol institucional como presidenta del Senado, habilitó una sesión donde se aprobaron proyectos clave que contradicen la línea económica oficial. La derrota legislativa –que incluyó aumentos previsionales– fue calificada por el Ejecutivo como un “intento de golpe institucional”.
Momento de quiebre institucional
El detonante más claro fue el episodio legislativo del 10 de julio. Villarruel dio el visto bueno al tratamiento de leyes que el Gobierno considera perjudicial para el equilibrio fiscal. Milei respondió con dureza en redes y discursos, calificándola de “traidora”, “bruta” y “demagoga”. Ella, por su parte, salió al cruce en Instagram, aconsejándole “ahorrar en viajes y en la SIDE”.
Hasta Francos tuvo que bajar el tono: sostuvo que Villarruel actuó según sus responsabilidades institucionales—“cumplió su rol, no pudo suspender algo autoconvocado”—y debió retirarse al considerar ilegítima la sesión.
Pero hoy ratificó que la grieta no es de ahora: reproducen un vínculo dañado desde hace tiempo, con rasgos de personalidades difícilmente compatibles. Y desestimó el reproche de Villarruel sobre el gasto en viajes y en los servicios de inteligencia: “Fue una chicana sin sustento técnico”.
Qué se juega en el Senado y en la interna oficialista
- Contexto legislativo: la oposición logró unir mayoría para aprobar aumento del 7,2 % en pensiones y otras medidas, sin contar con el visto bueno del Ejecutivo
- Oficialismo acude a la Justicia: Milei anunció vetos, judicializa la sesión y anuncia acciones por “ilegalidad” en el procedimiento legislativo.
- Tensiones internas: Patricia Bullrich también criticó la actuación de la vicepresidenta, mientras Milei endurece su discurso universitario recordando que “quien no acata la línea del partido, es expulsado”.
Francos reconoció que la confianza se quebró: “La relación está mal y será difícil revertirla. El Presidente es muy terminante cuando se siente traicionado”. También admitió que Villarruel le dio protagonismo institucional en otra ocasión (la “Ley de Bases”) según estrategias pactadas antes, lo cual, según él, no generó roces entonces. Desde su rol, el jefe de Gabinete intenta mediar y mostrar que cada uno cumple su rol institucional, pero admite que hoy prima la desconfianza y que la ruptura parece irreparable .