En una mañana típica, pasadas las 8:40, un vecino de 47 años fue atacado en plena luz del día mientras estacionaba su moto frente a un kiosco en barrio Sita, zona sudeste de la ciudad de Salta.
Dos delincuentes aprovecharon para golpearlo, dejarlo herido con múltiples puntazos y huir con la moto de baja cilindrada, dejando a la víctima tirada en el piso, sangrando y atemorizada.
Testigos señalaron que los agresores no son de la zona y que se dieron a la fuga en dirección desconocida. “El tipo estaba tirado, todo ensangrentado. Un vecino quiso ayudar y le arrojaron un cuchillo”, relató uno de los presentes. La modalidad y la hora del hecho generan preocupación en el barrio, que se considera tranquilo y ahora se siente vulnerable ante visitantes delincuentes.
El personal del Servicio de Emergencia SAMEC llegó en minutos y atendió urgencias, trasladando al herido al hospital. Las lesiones —contusiones y cortes leves— no fueron graves, pero sí fueron un llamado de atención para los vecinos, quienes se mostraron indignados. “Vivimos con miedo, casi no salimos y pensamos en defendernos nosotros mismos”, afirmó un residente.
El suboficial Luna indicó que la Policía ya analiza grabaciones de cámaras del lugar y que los sospechosos son personas con antecedentes, posiblemente provenientes de barrios aledaños y con historial delictivo local. Confirmó que están identificados y serán detenidos próximamente.
En paralelo, los habitantes de barrio San Carlos reportaron marcas en las fachadas como “marca de casas para tocar timbre”, y en zonas como El Huaico y Plaza Alvarado hay vecinos que ya se organizan para enfrentar la ola de motochorros. Se repite la demanda de más patrullaje y patrulleros visibles, especialmente en horas pico y espacios vulnerables.
Esta modalidad violenta —hurtos, robos o arrebatos con armas blancas— se repite en distintos barrios de la ciudad, estallando la tensión comunitaria: vecinos organizados, cámaras vecinales y hasta enfrentamientos directos con los sospechosos ya son parte de la vida cotidiana.
Para contener esta escalada, la Policía prometió intensificar la presencia en Portezuelo, San Ignacio, Grand Bourg y Norte Grande, e incrementar las rondas con motoristas por las mañanas. Las fuerzas señalaron que trabajan en conjunto con la comuna y vecinos para colocar alarmas y reforzar vigilancia en los puntos con más denuncias.
Los vecinos de barrio Sita y alrededores aguardan soluciones prontas, con la esperanza de recuperar la tranquilidad y frenar el miedo que ya merodea por las esquinas.