El operativo se realizó en el sector conocido como La Viguera. Alertada la patrulla pedestre de la Sección Aguas Blancas, los efectivos del Destacamento Móvil 5 cortaron el paso en medio de la espesura.
Al verse rodeados, los contrabandistas tiraron 46 bultos y se mandaron a mudar entre los yuyos, aprovechando la oscuridad y el terreno que conocen como la palma de la mano. No hubo tiros ni detenidos, pero la carga quedó en poder de la fuerza.
Los paquetes contenían 178,1 kilos de marihuana prensada y 672 kilos de hojas de coca en estado natural, según confirmó el narcotest realizado en la subunidad de Gendarmería. Todo fue pesado e inventariado bajo orden de la Fiscalía Descentralizada de Orán, en infracción a la ley de estupefacientes y el Código Aduanero.
El procedimiento se enmarca en el Plan Güemes, que intensificó los controles en la frontera salteña y ya acumula varios secuestros importantes en los últimos meses. Aguas Blancas sigue siendo el punto caliente del norte provincial, con decenas de pasos clandestinos que los narcos usan a diario.
Los cruces se hacen en gomones, chalanas o hasta a nado por el río Bermejo, y luego los bultos se montean durante horas por senderos ocultos en la selva. Solo las patrullas de a pie y la tecnología de visión nocturna logran interceptarlos antes de que lleguen a las rutas internas.
Este decomiso ratifica el aumento del tráfico de drogas en Salta y la decisión de Gendarmería de redoblar la presencia en la zona. Las autoridades aseguran que los operativos continuarán para cortar el flujo de mercancía ilegal que amenaza la seguridad de la provincia.