La Fiscalía Penal 2 de Salta decidió archivar la investigación iniciada tras la denuncia del chofer del exgobernador Juan Manuel Urtubey, quien había afirmado que la camioneta en la que circulaban había sido atacada. Luego de varios peritajes y análisis técnicos, la Justicia determinó que no existieron pruebas que respaldaran esa versión.
El caso había generado sorpresa en el ámbito político local, pero los resultados del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) descartaron por completo la posibilidad de un atentado. Los peritos realizaron un examen detallado del vehículo, tomaron muestras biológicas y químicas, y analizaron huellas, residuos y materiales encontrados en su interior. Ninguno de esos elementos mostró indicios de disparos, manchas hemáticas ni rastros compatibles con un hecho violento.
Además, el análisis de las comunicaciones del chofer y de los dispositivos electrónicos permitió reconstruir movimientos y ubicaciones, que no coincidieron con lo denunciado. Tampoco las cámaras de seguridad —públicas y privadas— registraron situaciones sospechosas ni hechos anómalos en la zona y horario señalados.
Las declaraciones testimoniales incorporadas a la investigación fueron coherentes entre sí y contradecían la versión del denunciante. Ningún testigo refirió haber escuchado detonaciones o visto movimientos extraños en el entorno.
Con todos estos elementos, la Fiscalía Penal 2 concluyó que no existen evidencias materiales, científicas ni testimoniales que respalden la hipótesis de un ataque. Por eso, se dispuso el archivo del expediente por falta de mérito, conforme a la normativa procesal vigente.
El Ministerio Público destacó que la investigación se realizó con criterios científicos y técnicos, siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de casos. Los peritajes del CIF fueron decisivos para determinar que los materiales hallados correspondían a partículas ambientales y no a residuos de proyectiles o explosivos.
La resolución judicial pone fin a un episodio que, aunque breve, había generado comentarios en distintos sectores. En Salta, donde la política local suele estar muy atenta a cada movimiento de sus protagonistas, el tema tuvo repercusión inmediata. Sin embargo, los resultados de laboratorio y los informes técnicos dejaron en claro que no hubo agresión ni intento de atentado.
De esta manera, la Justicia salteña cerró la causa reafirmando la importancia de los procedimientos científicos en la verificación de hechos denunciados. En este caso, la evidencia fue concluyente: no existió ningún ataque ni situación que justifique la continuidad de la investigación.