Un hombre de Tartagal fue condenado a ocho años de prisión de cumplimiento efectivo por haber sometido a su expareja a graves hechos de violencia de género, abusos sexuales y amenazas. La sentencia fue dictada por la Sala II del Tribunal de Juicio del Distrito Judicial Tartagal, tras una audiencia en la que la fiscal penal de Violencia Familiar y de Género, Lorena Martínez, representó al Ministerio Público Fiscal.
El fallo contempla las condenas por abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual agravado por el uso de arma de fuego, amenazas en contexto de género y desobediencia judicial, todos en concurso real. La resolución también ordena la extracción de material genético del condenado, que será incorporado al Banco de Datos Genéticos de la provincia, de acuerdo con la Ley Nacional N.º 26.879 y la Ley Provincial N.º 7775.
Un caso que comenzó con una denuncia valiente
La causa se originó cuando la víctima decidió poner fin a una relación marcada por los maltratos y se animó a denunciar los abusos. Según su testimonio, el agresor la obligó en reiteradas oportunidades a mantener relaciones sexuales sin consentimiento. En uno de los episodios más graves, relató que el hombre la atacó mientras le apuntaba con un arma de fuego en la cabeza, situación que le generó un profundo temor por su vida.
Tras separarse, la mujer fue nuevamente hostigada: recibió amenazas directas hacia ella y sus familiares, lo que la llevó a buscar protección judicial. La intervención de la Fiscalía de Violencia Familiar y de Género fue clave para garantizar su seguridad y reunir las pruebas necesarias que permitieran llevar el caso a juicio.
Durante el proceso, se incorporaron pericias médicas, psicológicas y testimonios que confirmaron el relato de la víctima. Los magistrados valoraron de manera determinante la coherencia de sus declaraciones y el contexto de violencia sistemática en el que ocurrieron los hechos.