En un dramático suceso ocurrido a las 21 horas en el barrio Nueva Esperanza, un bebé de diez meses se ahogó, generando la angustia de su madre. Ante la desesperación, la madre solicitó ayuda a la policía, quienes acudieron rápidamente a su hogar para brindar asistencia al pequeño. Posteriormente, el bebé fue trasladado al Centro de Salud San Rafael, donde se le diagnosticó broncoaspiración.
Sin embargo, el accionar clave del oficial subayudante de policía Alejandro Cayo, quien además es árbitro, marcó la diferencia en esta situación de emergencia. Gracias a la aplicación inmediata de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), se logró estabilizar al bebé y salvar su vida, evitando una tragedia.
La rápida respuesta y habilidades de los policías involucrados en el rescate demuestran la importancia de contar con personal capacitado para situaciones de emergencia, como en este caso, donde la RCP resultó fundamental para la recuperación del bebé y el alivio de su familia.