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DEBATE POLÍTICO

Alberto Fernández cuestionó a Trump por su apoyo a Milei y advirtió consecuencias para Argentina

El expresidente señaló que la intervención de Estados Unidos en la política económica local puede condicionar las elecciones y agravar la crisis financiera.

Alberto Fernández cuestionó a Trump por su apoyo a Milei y advirtió consecuencias para Argentina

El expresidente Alberto Fernández volvió al centro de la escena política con críticas directas a Donald Trump, tras el encuentro del exmandatario estadounidense con Javier Milei. Según Fernández, el respaldo internacional al programa libertario no solo implica una injerencia en la vida política argentina, sino que además podría tener consecuencias inmediatas en la economía y en las próximas elecciones.

Fernández sostuvo que el plan económico que promueve el Gobierno “ya fracasó” en su aplicación práctica y que la ayuda norteamericana aparece como una maniobra para sostener un esquema debilitado, con el agravante de que incrementaría el nivel de deuda y reduciría la autonomía de las decisiones nacionales.

Desde su mirada, el hecho de que Estados Unidos ofrezca apoyo financiero en este contexto electoral abre interrogantes sobre la transparencia del proceso y sobre los costos que podría traer aparejado para la ciudadanía. En ese punto recordó la experiencia de la gestión de Mauricio Macri, cuando el respaldo de Trump al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional derivó en un endeudamiento histórico cuyas consecuencias aún se sienten en las provincias.

Para el exmandatario, la actual administración busca auxilio en el exterior debido a que el FMI “ya no puede otorgar más recursos”. Esta situación deja a la Argentina en una posición de vulnerabilidad y obliga a mirar con atención el impacto de los compromisos que se asuman con la Casa Blanca.

Fernández fue más allá y vinculó este panorama con la dinámica interna del Gobierno. Aludió a una investigación por supuesta corrupción que salpica a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, donde se habla de un porcentaje del 3% ligado a posibles negociaciones. Según advirtió, estas irregularidades pondrían en duda a quiénes beneficiarían realmente los acuerdos internacionales y qué intereses estarían en juego en cada paso de la política económica.

El dirigente peronista subrayó además que el involucramiento de Trump no es un hecho aislado, sino una continuidad de la relación que supo tejer con gobiernos anteriores. Para Fernández, la complicidad del magnate republicano durante la gestión de Macri fue determinante en la toma de deuda que condiciona hoy la capacidad de inversión de la Nación y de las provincias.

En Salta, donde los problemas económicos se sienten de forma directa en el día a día, estas advertencias no pasan desapercibidas. Los compromisos financieros de la Nación repercuten en la coparticipación y en la posibilidad de sostener obras públicas, programas sociales y medidas de alivio para sectores golpeados por la inflación. Por eso, el debate sobre las decisiones del Gobierno nacional y los vínculos internacionales se cuela también en la agenda provincial.

El escenario político suma así un nuevo condimento. Mientras Milei busca consolidar apoyos externos para dar señales de fortaleza ante los mercados, Fernández reaparece con cuestionamientos que buscan instalar dudas sobre el rumbo elegido. En un país marcado por la inestabilidad, cada movimiento en el tablero internacional repercute de inmediato en el bolsillo de los argentinos.

El respaldo de Trump llega en un momento sensible, cuando la sociedad argentina atraviesa dificultades económicas que se reflejan en el encarecimiento de la canasta básica, la pérdida de poder adquisitivo y la incertidumbre sobre la evolución del dólar. Para Salta, como para el resto del interior, el aumento en los costos de producción y transporte termina encareciendo alimentos y servicios básicos, profundizando las brechas regionales.

Más allá de las diferencias políticas, lo cierto es que el escenario internacional vuelve a ocupar un rol central en la vida institucional del país. La discusión sobre la autonomía económica, la relación con el FMI y el endeudamiento externo son temas que atraviesan la historia argentina y que vuelven a instalarse con fuerza.

Fernández, con su estilo frontal, busca marcar un contraste con la gestión libertaria, planteando que los acuerdos internacionales deben discutirse con transparencia y pensando en las consecuencias de largo plazo. Milei, por su parte, defiende la necesidad de sostener el frente financiero con respaldo externo para evitar un escenario de crisis más profundo.

Lo que se juega, entonces, no es solo un debate entre dirigentes, sino la definición de un rumbo económico que impactará en el futuro inmediato de la población. Y en ese cruce, las provincias como Salta miran con atención, sabiendo que de las decisiones nacionales dependen los recursos para sostener servicios básicos, salarios estatales y programas de desarrollo.

El panorama electoral agrega un condimento adicional. El hecho de que un actor externo como Trump exprese un apoyo explícito a un candidato o a un modelo de gobierno genera suspicacias sobre la imparcialidad del proceso democrático. Fernández no dudó en advertir sobre ese riesgo, planteando que se trata de una intromisión que condiciona la voluntad popular.

Mientras tanto, la sociedad argentina asiste a un nuevo capítulo de tensiones políticas y económicas, con la mirada puesta en cómo repercutirá este respaldo norteamericano en los próximos meses. Entre la expectativa de algunos sectores por una estabilización financiera y la preocupación de otros por el aumento de la deuda, el debate promete seguir abierto.

En el fondo, lo que se discute es hasta qué punto la Argentina puede sostener un camino propio sin depender de los vaivenes internacionales. Y en una provincia como Salta, donde la economía real se mide en la changa, el precio del colectivo o el costo de los alimentos en el mercado, esa discusión se siente más cerca de lo que parece.


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