Si alguna vez se escribe una enciclopedia del ridículo, los encuestadores salteños van a tener capítulo propio, ilustrado con gráficos a todo color y en 3D. Las elecciones legislativas pasaron y dejaron muchas cosas: derrotas, sorpresas, y un ganador que nadie —absolutamente nadie— en el universo consultorial supo ver: Roque Cornejo y la LLA, que les ganó a todos mientras los «analistas» aún estaban explicando por qué Biella tenía asegurado el Senado.
Pedro Buttazzoni, autodenominado “analista de tendencias políticas” aseguró días antes de los comicios que La Libertad Avanza tenía serias dificultades para crecer en Capital. Decía textual: “Roque Cornejo no era lo mejor que tenían para jugar”. No es muy conocido, dijo. Y tenía razón: Roque era tan poco conocido que terminó ganando. Aplastando. Pasando por encima de todos. Un fenómeno paranormal que todavía no le entra en los gráficos circulares.
Pero no fue el único. Federico Hanne, otra luminaria del oráculo electoral y marido de la ministra de Educación, directamente predijo, con la confianza de quien ya firmó el cheque: “Biella va a ganar por casi 20 puntos”. Le erró por miles de votos. Aunque a su favor, es cierto que la consultoría política, a veces, es más arte que ciencia. En este caso, arte abstracto, bien incomprensible.
No se trata solo de errores. Todos se pueden equivocar. El problema es la seguridad con la que pronosticaron el desastre… y la soberbia con la que subestimaron el descontento real de la gente. Porque mientras hablaban de «atributos instalados», «arrastres nacionales insuficientes» y «territorialidad capitalina», en los barrios la bronca hervía, y en las urnas explotó.
¿Y ahora qué? Ahora, silencio. Buttazzoni debe estar revisando sus focus groups con la precisión quirúrgica de un quiromántico ciego. Hanne, tal vez, redactando un hilo en Twitter donde explica que en realidad “se leyó mal el humor social” (la nueva forma de decir “le pifié feo, pero no pienso pedir disculpas”).
Pero si pensaban que el festival de disparates terminaba ahí, Benjamín Gebhard de la Consultora WE —que evidentemente se refiere a «We invent numbers»— predijo que Biella iba a repetir los números de Emiliano Durand en 2021. «Al oficialismo le irá muy bien en la capital salteña. Creo que el candidato a senador [por Bernardo Biella] logrará resultados muy similares a los de Emiliano Durand en el 2021», resaltó.
Lo cierto es que todos estos consultores se equivocaron. Otra vez patinaron feo. Hablaron de “líneas de crecimiento”, “agendas nacionales que no se cuelan” y “votos duros” como si el lenguaje técnico pudiera ocultar una verdad básica: no le pegaron a una. Literalmente. Cero aciertos. Ni por error.
Y después uno se pregunta por qué la política vive en una burbuja: porque se alimenta de estos gurúes de PowerPoint, que facturan por decirle a los candidatos lo que quieren escuchar.
Si la política salteña está en crisis, el rubro encuestadores ya directamente entró en cuidados paliativos. Lo bueno: al menos generan empleo… en el rubro del stand up. Lo malo van a seguir currando con la guita que les suelta el Grand Bourg.
Fuente Opinorte