Un grupo de dirigentes kirchneristas desempolvó una maniobra tan predecible como desgastada: lanzaron la agrupación "Primero la Patria", un intento descarado de recomponer un peronismo fragmentado desde las entrañas del Partido Justicialista (PJ).
Con la promesa de convocar a disidentes y erigirse como la "pata federal" que el kirchnerismo nunca logró consolidar, esta movida huele más a oportunismo que a renovación. La elección del nombre no es casual: recicla la lista con la que Cristina Kirchner intentó, sin éxito, apoderarse de la presidencia del PJ en una interna frustrada contra el gobernador riojano Ricardo Quintela. Un déjà vu que evidencia la falta de originalidad en el manual K.
Entre los nombres que engrosan esta nueva fachada están Sergio Uñac, Carlos Castagneto, Nicolás Trotta, Guillermo Snopek, Gabriela Estévez, Pablo Kosiner, Gisela Marziotta, Hilda Aguirre de Soria, Blanca Osuna, Juan Pedrini y José Glinski. Una lista que, lejos de inspirar frescura, reúne a figuras conocidas por su lealtad ciega al kirchnerismo más ortodoxo, incapaces de disimular que su objetivo es apuntalar la hegemonía de Cristina Kirchner en un PJ que hace agua por todos lados. La carencia de una visión federal genuina, uno de los flancos más débiles del liderazgo de Cristina, sigue siendo el elefante en la habitación que esta agrupación pretende ignorar con un simple cambio de etiqueta.
El timing del lanzamiento no es inocente. Coincide con el debut del Movimiento Derecho al Futuro, la plataforma con la que Axel Kicillof, gobernador bonaerense, viene pavoneándose como el nuevo mesías del peronismo. Este sábado, Kicillof formalizará su propio espacio, también dentro del PJ, pero con un mensaje que coquetea con la ruptura si no logra alinear al partido tras sus ambiciones. Ambas agrupaciones comparten el discurso de sumar a los desencantados y abrirse a expresiones opositoras a Javier Milei, pero la grieta entre ellas es evidente: mientras "Primero la Patria" responde servilmente a Cristina, el movimiento de Kicillof busca despegarse de su sombra, aunque sin atreverse a cortarla del todo.
En el fondo, este doble lanzamiento no es más que un reflejo de la desesperación kirchnerista por recuperar terreno en un peronismo fracturado y sin rumbo. Lejos de representar una renovación, "Primero la Patria" y el Movimiento Derecho al Futuro son dos caras de la misma moneda: intentos calculados de maquillar la crisis interna con promesas vacías de unidad y federalismo. Mientras el PJ se desangra y Milei avanza, el kirchnerismo sigue atrapado en su eterno loop de reciclaje político, incapaz de ofrecer algo más que maniobras para perpetuarse en el poder.
Primero la Patria con sello federal
Según informaron desde la nueva agrupación, el objetivo con el que nació es el de una “construcción de complementariedad” con otras expresiones del PJ, por eso, la presentación formal la hicieron en una carta dirigida a la titular del partido.
“No es tiempo de discutir liderazgos, sino de construir una fuerza potente para hacerle frente al despliegue de las políticas tan negativas del gobierno de Milei”, plantearon en la misiva enviada a Cristina Kirchner.
La coincidencia con gran parte del peronismo es que la Argentina atraviesa “uno de los momentos más complejos de su historia reciente” y en la “necesidad de que el Estado ponga igualdad allí donde el mercado excluye y abandona”. Una mirada que no es compartida por los gobernadores y legisladores aliados a Milei, que vienen garantizando el avance de leyes en el Congreso nacional, pero que muchos dentro del partido creen que los pueden volver a convocar.

“Es una obligación de todos situar en el eje de la política a la capacidad de escucha, permitir una complementariedad política. Un peronismo desunido implicará una derrota electoral que permitirá a Milei avanzar en la destrucción de conquistas sociales, reflejo de una sociedad más injusta y desigual”, advirtieron.
Romper con el clima derrotista o mirar a 2027
Cuando el peronismo parecía que no lograba salir de una seguidilla de derrotas, Alberto Rodríguez Saá, exgobernador de San Luis, lanzó la frase “hay 2019″ y se transformó en consigna de la campaña que devolvió al PJ a la Casa Rosada. El clima eufórico de ese entonces contrasta con el derrotismo en el que está sumido ahora el partido.
Ya casi nadie habla de sumar un triunfo este año, en una especie de “no hay 2025″, y todos miran a las presidenciales. En el peronismo están convencidos de que necesitan empezar a proyectar a dos años y de ahí van surgiendo las opciones que intentan volver a convocar.
Primero la Patria planteó que nace para “aportar a la construcción de un programa de Gobierno federal, reparador y que promueva el desarrollo para reconstruir la confianza de la sociedad con el peronismo”.
Su objetivo entonces no es convertirse solamente en un espacio dentro del justicialismo, sino también en una plataforma para convocar a dirigentes y organizaciones de otras expresiones políticas. Algo similar a lo que plantea Kicillof con MDF, pero con presencia federal y desde una posición cercana a Cristina Kirchner.
Los afiches con los que empapeló estos días el AMBA, con consignas y frases de la expresidenta, dejan en claro desde dónde surge y bajo qué premisas.