Ignacio Torres no se anda con vueltas. El joven gobernador de Chubut lanzó una declaración que sacudió el escenario político nacional: se está gestando un bloque de al menos 20 senadores que debutará el próximo 10 de diciembre. El objetivo es claro: construir una opción con proyección presidencial para 2027, alejada de los polos tradicionales del kirchnerismo y La Libertad Avanza.
“Esto no es una tercera vía”, aclaró Torres en declaraciones radiales. “Es una alternativa republicana y federal que quiere salir del esquema pendular que nos tiene estancados hace décadas”, disparó.
Aunque aún no tiene una figura definida para competir en provincia de Buenos Aires —el principal bastión electoral del país—, Torres aseguró que el armado ya tiene presencia territorial consolidada en distintos distritos. Provincias como Córdoba, Santa Fe, Jujuy y especialmente la Patagonia, aparecen como los principales pilares de este nuevo frente.
“Demográficamente somos pocos, pero producimos mucho. La Patagonia Sur genera la mitad de los dólares que entran al país”, remarcó el mandatario chubutense, apelando a un discurso productivista que busca seducir al electorado del interior del país.
El mensaje de Torres no es casual. Apunta a representar a “esa cuña de la Argentina que produce y genera”, en contraposición con lo que él considera un modelo político concentrado en los intereses del AMBA. En ese sentido, marcó distancia de las “discusiones de Capital Federal”, pero dejó la puerta abierta a acuerdos con figuras del PRO y la UCR, siempre y cuando compartan los principios del espacio.
Nombres como Horacio Rodríguez Larreta, Facundo Manes, Graciela Ocaña, Emilio Monzó y Miguel Ángel Pichetto fueron mencionados como posibles aliados. Sin embargo, Torres fue tajante: “Los acuerdos deben construirse desde las provincias, con base, no con rejuntes de egos que solo buscan sumar porotos”.
Cuando se le preguntó si este frente podría tener un candidato presidencial en 2027, Torres no dudó: “Puede ser tranquilamente. Debería”. La frase, corta pero contundente, confirma que el objetivo es mucho más que una alianza parlamentaria: es un proyecto político a largo plazo.
El gobernador patagónico también dejó entrever que el PRO podría sumarse al armado en la Ciudad de Buenos Aires, donde consideró fundamental contar con un candidato propio. “Los tiempos son muy cortos y eso se va a discutir pronto”, anticipó.
El bloque federal que promueve Torres busca posicionarse como una alternativa que supere la polarización extrema. Se define como una fuerza "republicana, federal y productiva", capaz de atraer a votantes desilusionados con los modelos actuales. No es casual que el discurso de Torres gire en torno al trabajo, la producción y el desarrollo regional, tres ejes que tocan fibras sensibles en una Argentina castigada por la crisis económica y el desencanto político.
Además, apunta a llenar un vacío: el del votante de centro, muchas veces ignorado por los extremos ideológicos. “No podemos volver al rejunte del medio, donde dirigentes se unen solo por interés personal”, criticó Torres, en alusión a experiencias pasadas que fracasaron por falta de cohesión interna.
Con un bloque de 20 senadores, el frente federal tendría un peso significativo en el Congreso. Esta base legislativa le permitiría influir en decisiones clave, negociar leyes y posicionarse como una voz representativa del interior productivo.
El proyecto no busca ser testimonial. Se está preparando para competir con fuerza en 2027, con estructuras reales en las provincias y una narrativa que conecta con sectores históricamente postergados por el centralismo porteño.
¿Estamos ante el nacimiento de una nueva fuerza nacional que podría cambiar el mapa político en 2027? Ignacio Torres cree que sí, y ya empezó a mover las piezas.