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FIN DE UNA ERA

Juan Carlos Romero deja el Senado: "Me voy, pero no de la política"

Su mensaje generó reacciones encontradas en todo el arco político.

Juan Carlos Romero deja el Senado: "Me voy, pero no de la política"

En un acto cargado de emociones, Juan Carlos Romero confirmó que no será candidato en las próximas elecciones legislativas. A sus 73 años, el legislador salteño cerrará en diciembre su actual mandato como senador nacional, pero dejó en claro que su compromiso con la política sigue intacto: “Dejo el cargo, pero no la política”.

Romero eligió un escenario institucional para despedirse formalmente: la presentación de su informe de labor legislativa. Allí estuvo rodeado por su familia, colaboradores y senadores de distintos bloques, quienes lo escucharon con atención mientras repasaba su trayectoria y proyectaba su futuro.

En un tono reflexivo pero firme, el senador expresó su tranquilidad con la decisión tomada: "No tengo quejas. Me voy con satisfacción, sin frustraciones, sin rencores. Esto es una etapa más en mi vida", sostuvo.

Romero también se permitió una cuota de humor al dirigirse a sus detractores: “A los que no me quieren, les digo que se pongan contentos. Yo también me siento contento”.

El dirigente adelantó que, aunque dejará su banca en diciembre, no se alejará de los temas públicos. Planea seguir opinando, colaborando y manteniéndose cercano a la gente. "Política haré siempre. Estaré con la gente, como siempre. Extender una mano es una obligación para mí", afirmó con énfasis.

Durante su discurso, Romero hizo una pausa para agradecer a quienes lo acompañaron en su camino político. Mencionó especialmente a su esposa Bettina, con quien compartió más de cinco décadas de vida. También reconoció el esfuerzo de sus hijos, nietos, amigos y colaboradores. “Tantas ideas que nacieron un sábado o domingo, y el lunes ya estaban en marcha gracias al equipo”, relató con emoción.

No olvidó a quienes ya no están: “Algunos ya no me acompañan, porque partieron o tomaron otros rumbos. A todos ellos, gracias”.

Juan Carlos Romero es una figura central en la política de Salta y del país. Gobernador de su provincia entre 1995 y 2007, y senador nacional desde 2003, ha tenido una influencia notable en temas clave del Congreso. Su alejamiento de la Cámara alta marca el cierre de un ciclo, pero no el fin de su incidencia en la vida pública.

En el tramo final de su discurso, el legislador resumió su filosofía política con una frase que resonó entre los presentes: “La política también se alimenta de pausas silenciosas. Esto es una pausa, no un retiro”.

Romero dejó entrever que podría retomar proyectos personales y participar desde un rol más reflexivo. “No me quedaré con los brazos cruzados”, prometió.

Mientras algunos sectores de la política salteña expresaron tristeza por su alejamiento del Senado, otros vieron con buenos ojos su salida. Aun así, hay consenso en que su figura dejó huella y que su palabra seguirá teniendo peso en el escenario político.


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