El expresidente Mauricio Macri cuestionó a la dirigencia que apoya a Cristina Kirchner, luego de la ratificación de la condena por la causa Vialidad de parte de la Corte Suprema. El líder del PRO habló de “graves advertencias a la democracia” y “llamados a terminar con el Gobierno”. Más tarde, desde La Cámpora salieron a responderle, con críticas a su gestión y acusaciones de “tener jueces y fiscales”.
Cristina Kirchner había cuestionado a Macri luego del fallo de la Corte, al plantear: “¿Nos están hablando de que destruimos, o sea, que por doce años y medio los argentinos nos votaban para que los destruyéramos? Eso lo dice Macri, que lo echaron a las patadas, que es un fracasado que no pudo ser ni siquiera reelecto. ¿A quién quieren engrupir?“.
El expresidente publicó en respuesta, en su cuenta de X: “Con la ratificación de la condena de Cristina Kirchner termina un proceso judicial que comenzó hace 17 años. Juzgada y condenada dos veces, con incontables pruebas en su contra, la causa tuvo que llegar a la Corte Suprema para que finalmente tuviera un efecto material sobre su libertad".
Macri alertó: “A raíz de la inminente detención de la ex presidenta, durante la semana se escucharon declaraciones de dirigentes del kirchnerismo y del peronismo con graves advertencias al sistema democrático, amenazas a la vida de personas y llamados a la acción indirectos y directos para terminar con el actual gobierno”.
El expresidente cuestionó los ataques a medios de comunicación, como el caso del edificio de TN y eltrece: "También vimos a una turba —en la que participó un exfuncionario del gobierno kirchnerista, número dos de Wado de Pedro— atacar las instalaciones de TN con ferocidad. El frente de Radio Rivadavia apareció con pintadas amenazantes, como antes había pasado con el canal de streaming OLGA".
Macri mencionó: “Al mismo tiempo, desde hace días, un grupo de seguidores se instaló frente a la residencia de la expresidenta, aguardando sus salidas periódicas. El conjunto de escenas que se desató desde la ratificación de la condena—y que estoy convencido irá deshaciéndose con el correr de los días— nos trae los peores recuerdos y nos advierte que vivimos en un país muy frágil, con una parte de su dirigencia que desdeña la democracia, la ley y la verdad".