Alberto Cormillot, referente indiscutido de la salud en la Argentina, volvió a demostrar que nunca es tarde para animarse a lo nuevo. Esta vez, lejos del consultorio y del estudio de televisión, se calzó los zapatos de baile y se sumó al elenco de Servian, El Circo, uno de los espectáculos más impactantes del país.
El evento incluyó coreografías de tap, tango y hasta destrezas aéreas. Sí, acrobacias. A sus 86 años, el médico se entregó al show con una energía admirable, acompañado en el público por sus nietas y su pareja, quien no pudo evitar emocionarse.
Cormillot se preparó apenas unos días para su participación, pero eso no fue impedimento para lanzarse con todo. Su presentación dejó al público con la boca abierta y el corazón lleno.
El mensaje que dio fue claro: la edad no define lo que uno puede o no puede hacer. Su valentía inspiró tanto a quienes lo vieron en vivo como a quienes siguieron el show a través de redes sociales.
Desde la platea, Estefanía Pasquini —su esposa y madre de su hijo menor— vivió el momento con lágrimas en los ojos y el corazón en la mano. Más tarde, en una entrevista en Cuestión de Peso y en sus redes sociales, le dedicó un emotivo mensaje que rápidamente se volvió viral.
“Alberto le pone más ganas a todo que una persona de mi edad”, confesó con admiración. “Yo a veces lo envidio, porque hay mucha gente que no encuentra su porqué cada mañana, y él siempre lo tiene claro. Me dice: ‘yo tengo que llegar a muchos años’”.
En Instagram, sus palabras fueron aún más profundas: “Te jugás por lo que amás, sin buscar aplausos pero despertando admiración. No te detiene el ‘qué dirán’, no te condiciona el miedo, no te quejás del dolor. Vos siempre listo”.
El texto culmina con una frase que tocó el corazón de miles de seguidores: “¿Y cómo te enamoraste con esa diferencia de edad? Y cómo no hacerlo, si tengo al hombre más increíble que conocí en el mundo”.
Más allá del espectáculo en sí, el paso de Cormillot por el circo deja una lección poderosa: nunca es tarde para reinventarse, animarse y disfrutar. En una sociedad donde la vejez muchas veces se asocia con quietud o retiro, él rompe con todos los estereotipos.
Su decisión de subirse al escenario no fue una aventura improvisada, sino una muestra más de su filosofía de vida: mantenerse activo, buscar nuevas experiencias y compartirlas con los suyos.
El debut de Alberto Cormillot en el circo no fue solo una curiosidad mediática. Fue un acto de amor propio, una celebración de la vitalidad y un llamado a vivir con sentido, sin importar la edad.
Estefanía lo resumió con palabras sinceras y luminosas: “Amo verte libre, pleno, brillar. Yo voy a estar ahí, siempre, al lado tuyo”.
Y vos, ¿cuándo fue la última vez que te animaste a hacer algo por primera vez?
