La falta de agua en la zona sur de la capital salteña ha llevado a los vecinos al límite de su paciencia. Desde hace una semana, los residentes de casi una decena de barrios, incluyendo Villa Esmeralda, sufren cortes intermitentes y, desde hace siete días, un completo desabastecimiento de agua. La problemática radica en roturas en un acueducto, ubicado en una calle principal de uno de los barrios, que ha dejado a los vecinos sin una gota de agua.
Nelson Guantay, vecino de la zona, expresó su frustración en una entrevista con Agenda/Salta. Según Guantay, la situación se ha vuelto insostenible. "Nos proveíamos de un pozo de agua que fue deshabilitado cuando el Acueducto comenzó a funcionar. Ahora, ante las fallas en el sistema, nos habilitan el pozo, pero el suministro es insuficiente para la cantidad de personas en el barrio", explicó.
A pesar de las promesas de Aguas del Norte sobre la reparación del acueducto, los vecinos siguen esperando una solución. "Aguas del Norte nos pide que generemos reclamos para enviar camiones cisterna, pero incluso después de ocho días sin agua, los camiones no llegan", dijo Guantay. La explicación que dan desde la empresa es una rotura en el caño que no logran reparar, pues la pérdida de agua es visible en las calles.
“Y por redes sociales te informan que ya están reparando el acueducto, incluso el día domingo por la mañana en redes sociales, indicaron que ya se había terminado de reparar el problema en el acueducto”, comentó luego.
Sin embargo, hasta ahora la solución no ha llegado y solamente habilitaron un pozo que no da abasto a las necesidades de las barriadas y el camión cisterna no estaría circulando con asiduidad. La situación ha llevado a los residentes a considerar medidas de protesta, incluyendo la posibilidad de cortar la Ruta Nacional 51, una acción que ya llevaron a cabo en el pasado.
"Estamos organizándonos para decidir qué medidas tomar. La falta de agua afecta nuestra calidad de vida y, con las altas temperaturas que se esperan, la gente está perdiendo la paciencia", advirtió Guantay. La comunidad espera que Aguas del Norte brinde soluciones inmediatas antes de que la situación se vuelva aún más crítica. La incertidumbre y la indignación de los vecinos son palpables, mientras continúan esperando respuestas concretas por parte de la empresa prestadora de servicios.
