La noticia fue confirmada por el propio Ángel de Brito a través de sus redes sociales, despejando las especulaciones que circulaban desde hacía semanas. Ante la consulta de un seguidor sobre la continuidad de Yanina Latorre en Los Ángeles de la Mañana (LAM), el conductor respondió de manera directa: “27 de diciembre”. Con esa fecha se selló el final de una etapa que comenzó en 2015 y que convirtió a Latorre en una de las voces más reconocibles y polémicas del panel.
Durante estos diez años, Yanina Latorre se consolidó como la “angelita” más estable del ciclo. Su estilo frontal, sus opiniones sin filtro y su capacidad para generar debates intensos la transformaron en una pieza clave dentro del engranaje del programa. A diferencia de otros panelistas que pasaron por LAM, ella logró sostener su lugar pese a los escándalos mediáticos y las tensiones internas. Esa permanencia le dio un peso simbólico: era la figura que representaba la esencia del programa, con su mezcla de información de espectáculos y polémica constante.
La decisión de Latorre de dejar el ciclo responde a una combinación de motivos personales y profesionales. Según explicó en su programa radial, el acuerdo con De Brito estaba claro desde hacía tiempo, aunque muchos espectadores no lo habían tomado en serio. “El año que viene dejo LAM, lo dijimos todo el año con Ángel, pero parece que no quedó claro”, señaló, confirmando que su salida no es abrupta sino planificada.
El anuncio generó un fuerte impacto en la audiencia y en el mundo del espectáculo. La gran pregunta ahora es quién ocupará su lugar. Aunque De Brito no dio nombres concretos, los rumores apuntan a que podría incorporarse una figura con trayectoria en el periodismo de espectáculos o alguien con un perfil mediático capaz de sostener el nivel de polémica que caracterizó a Latorre. La elección no será sencilla: reemplazar a la panelista más icónica del programa implica encontrar un equilibrio entre frescura y continuidad, evitando que el ciclo pierda identidad.