En plena temporada de invierno, Benjamín Vicuña eligió Villa La Angostura como destino para desconectarse del ritmo vertiginoso de la ciudad y reconectar con lo esencial: su familia, la naturaleza y el amor. Acompañado por sus hijos y su actual pareja, Anita Espasandín, el actor chileno vivió unos días de descanso en el exclusivo centro de esquí Cerro Bayo, donde las postales de nieve, abrazos y risas se multiplicaron.
La escapada al sur argentino no fue solo una oportunidad para disfrutar del paisaje patagónico, sino también para consolidar vínculos. Vicuña compartió momentos entrañables con sus hijos, fruto de sus relaciones anteriores, y con Anita, quien se mostró integrada y cercana a los pequeños. Las imágenes que circularon en redes sociales y medios reflejan una familia ensamblada que se divierte entre juegos en la nieve, caminatas por el bosque y charlas relajadas en los paradores del cerro.
Pero lo que realmente captó la atención de todos fue una fotografía que se volvió viral: Benjamín y Anita recrearon la icónica escena de Titanic, en la que Jack abraza a Rose en la proa del barco. En este caso, la “proa” fue una pasarela de madera con vista al lago Nahuel Huapi, y el viento helado de la montaña hizo lo suyo para darle dramatismo a la imagen. Abrazados y una sonrisa cómplice, la pareja se dejó llevar por el juego y el romanticismo, provocando una ola de comentarios en redes.
La foto no tardó en llegar a los portales de espectáculos. Algunos celebraron el gesto como una muestra de espontaneidad y humor, mientras otros lo interpretaron como una estrategia para desviar la atención de los conflictos mediáticos que rodean al actor, especialmente su tensa relación con la China Suárez.