En una entrevista profundamente emotiva en el programa Otro Día Perdido, conducido por Mario Pergolini, Florencia Peña abrió su corazón y compartió una experiencia que conmovió a muchos: su conexión espiritual con su padre fallecido a través de los registros akáshicos, una práctica de origen hinduista que ha ganado popularidad en corrientes de pensamiento espiritual y terapias alternativas.
La actriz reveló que esta forma de comunicación no comenzó tras la muerte de su padre, sino mucho antes. Desde hace años, Florencia explora dimensiones espirituales mediante la apertura de registros akáshicos, a veces asistida por médiums o guías. “Es una terapia que me ayudó mucho”, confesó, destacando que no se trata de una religión, sino de una herramienta de sanación emocional.
Durante una de sus sesiones, la persona que la asistía describió una figura con detalles muy específicos: “Me dijo que veía a alguien con un suéter en los hombros, medio pelado… mi papá era así. Y me dijo que él me sigue cuidando”, relató Florencia entre lágrimas. Ese instante fue revelador. No solo sintió la presencia de su padre, sino que lo reconoció como uno de sus guías espirituales, una figura que la acompaña desde otro plano.
La actriz explicó que esta experiencia le permitió resignificar el duelo. “Sentí su presencia. Fue claro. Él sigue cerca de mí”, afirmó con convicción. Para ella, la muerte no es el final, sino una transformación del vínculo. “La muerte no te roba el amor. El amor queda, se transforma, sigue”, expresó con una sensibilidad que tocó fibras profundas.
Florencia también relató cómo invitó a su madre, Norma, a participar de una sesión de registros akáshicos. Aunque al principio se mostró reticente, el deseo de reencontrarse con su esposo venció cualquier duda. En esa sesión, la médium transmitió un mensaje que Florencia jamás olvidará: su padre pedía que las cenizas fueran sacadas del dormitorio y llevadas a dar un último paseo en bicicleta, como solían hacer juntos. También mencionó una manta roja, símbolo de abrigo y presencia. “Cuando lo necesites, tapate con la manta, porque él va a estar ahí”, recordó Florencia emocionada.
