Carolina “Pampita” Ardohain vivió recientemente uno de los momentos más angustiantes de su vida al descubrir que su casa en Barrio Parque había sido desvalijada mientras ella se encontraba de viaje. La modelo y conductora, que había disfrutado de una escapada romántica con su pareja Martín Pepa en la Polinesia, regresó a Buenos Aires para encontrarse con una escena devastadora: su hogar había sido violentado y muchos objetos de valor sentimental habían sido robados.
El impacto emocional fue inmediato. Pampita confesó que estaba “desencajada” al ver el estado de su vivienda y la magnitud del robo. Entre los objetos sustraídos se encontraban celulares antiguos que contenían fotos y recuerdos de su hija Blanca, fallecida en 2012, lo que hizo que el golpe fuera aún más doloroso. En medio de ese caos, la figura de Martín Pepa emergió como un pilar fundamental. El polista, que reside en Estados Unidos, no dudó en tomar un avión y viajar de inmediato a Argentina para acompañar a su pareja en este momento tan difícil.
Este gesto fue destacado por Pampita como una muestra de amor profundo y compromiso. “Se tomó un avión y vino”, expresó con emoción, dejando en claro que la presencia de Pepa fue clave para sobrellevar el dolor y la incertidumbre. Suspendió su agenda laboral y se instaló a su lado, brindándole contención y apoyo en un contexto de vulnerabilidad total.
La pareja se mostró unida en público, retomando juntos las grabaciones del programa “Los 8 Escalones”, donde Pampita volvió a sonreír frente a las cámaras, aunque aún procesando lo ocurrido. La visita de Pepa no solo fue reconfortante para ella, sino también para sus hijos, quienes estaban impresionados por el robo. Pampita aseguró que están trabajando con los padres para que los chicos se sientan seguros nuevamente en su hogar.