Abel Pintos vuelve a demostrar por qué es uno de los artistas más queridos de la música popular argentina con su ciclo de conciertos Gracias a la Vida + Acústico, en el renovado Teatro Alvear. En un formato íntimo y despojado, el cantante bahiense ofrece veinte funciones que se sienten como una reunión entre amigos, donde cada canción se convierte en un puente emocional entre el artista y su público.
Desde el inicio del espectáculo, Abel deja claro que la propuesta va más allá de un simple recital. “Vamos a arrancar con siete temas… que me hubiese gustado escribir, pero pertenecen a mi corazón”, anuncia, dando paso a una selección de canciones que forman parte de su nuevo EP. Versiones sentidas de clásicos como “De repente” (Soraya), “Creo en ti” (Reik), “Soy tuyo” (Andrés Calamaro), “No” (Shakira), “Eres” (Café Tacvba) y, por supuesto, “Gracias a la vida” (Violeta Parra), son interpretadas con una sensibilidad que transforma cada tema en una experiencia única.
El ambiente es cálido, casi doméstico. La puesta en escena minimalista, las luces suaves y la cercanía física con el público hacen que el Teatro Alvear se convierta en una especie de living compartido. Abel canta para y con su gente, que responde con palmas, coros espontáneos y gritos de amor. “¡Te amo, Abeeeel!”, se escucha entre tema y tema, mientras él sonríe y agradece con humildad.
La banda que lo acompaña refuerza ese clima íntimo: guitarras acústicas, piano, percusión sutil y un cuarteto de cuerdas que aporta profundidad emocional. Cada arreglo está pensado para resaltar la voz de Abel, que se mueve con soltura entre susurros y explosiones de energía, dominando el tempo y el fraseo con maestría.
