La historia personal y familiar de Mauro Icardi volvió a cruzarse con su carrera profesional. Aunque tenía previsto regresar a Turquía el 4 de julio para reincorporarse al Galatasaray, el delantero argentino decidió retrasar su viaje por un motivo que, según él mismo expresó ante la Justicia, es mucho más urgente: reencontrarse con sus hijas, Francesca e Isabella.
En medio de un conflicto legal con su expareja Wanda Nara, Icardi presentó un escrito ante el Juzgado Civil N.º 106 solicitando pasar tiempo con sus hijas antes de partir a Estambul. En el documento, el futbolista expresó su angustia: “Señor juez, se me acaba el tiempo. Estoy a punto de irme a Turquía, o las veo ahora o no las veo más”.
La Justicia le dio la razón y autorizó una convivencia de siete días con las niñas, desde el 27 de junio hasta el 4 de julio, en su domicilio. Durante ese período, las menores podrán comunicarse con su madre mediante videollamadas supervisadas, y se permitirá la incorporación progresiva de Eugenia “La China” Suárez y sus hijos al entorno familiar.
Según el periodista Gustavo Méndez, Icardi tomó la determinación de postergar su regreso a Turquía para priorizar este reencuentro. “Su mayor deseo es revincularse con sus hijas”, aseguró el comunicador, quien también reveló que el futbolista está cumpliendo con un esquema de integración diseñado por el Ministerio Público Tutelar.
Este gesto no solo refleja el deseo de Icardi de fortalecer el lazo con sus hijas, sino también su preocupación por el impacto emocional que el conflicto con Wanda podría tener en ellas. En ese sentido, el delantero también solicitó una medida cautelar para impedir que las niñas salieran de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sin su autorización, luego de que fueran llevadas a Jujuy sin previo aviso.