Nicolás Behringer se convirtió en el gran protagonista de La Voz Argentina 2025 tras consagrarse como el ganador del certamen. Con apenas 28 años, el joven porteño del team Luck Ra se llevó el aplauso del público, el reconocimiento del jurado y un premio que cambiará su vida: 70 millones de pesos, un auto 0 km y un contrato con Universal Music.
Pero detrás de su potente voz y su carisma en el escenario hay una historia de lucha que conmovió a todos. En una entrevista íntima, Nicolás compartió detalles de su vida personal, sus comienzos como artista callejero y el significado profundo que tiene este triunfo. “Hace unos años que estamos solos. Vivimos por nuestra cuenta, somos ella y yo nomás”, dijo sobre su hermana, a quien crió desde la muerte de su padre en 2020.
Durante mucho tiempo, Nicolás cantó en las estaciones de subte de Buenos Aires para ganarse la vida. “El subte fue mi escenario, mi escuela y mi refugio”, confesó. Allí, entre ruidos de trenes y multitudes apuradas, fue puliendo su estilo y conectando con la gente. Esa experiencia lo formó como artista y como persona, y hoy la recuerda con gratitud.
Uno de los momentos más emotivos de su relato fue cuando reveló que su número de la suerte es el 11. “Todo lo importante en mi vida pasó un día 11. Mi primer show, mi primer casting, y ahora esto”, dijo con una sonrisa. No es casualidad que la final del programa se haya emitido el 13 de octubre, pero él asegura que el 11 fue el día en que recibió la confirmación de su victoria.
Sobre el premio, Nicolás fue claro: quiere invertir en su carrera, ayudar a su hermana y apoyar a otros artistas emergentes. “No quiero que esto sea solo para mí. Quiero que sirva para abrir puertas a otros que están en la misma que yo estuve”, expresó.
El vínculo con Luck Ra, su coach, fue otro eje de sus confesiones. “Me dio confianza, me escuchó, me entendió. Fue más que un mentor, fue un compañero de ruta”, dijo. El cantante cordobés celebró con él en el escenario, emocionado por haber apostado a su talento desde las audiciones a ciegas.