La noche de los Martín Fierro de Teatro 2025 fue una celebración cargada de emociones, reconocimientos y momentos inolvidables. Uno de los más conmovedores lo protagonizó Pablo Echarri, quien al recibir el premio a Mejor Actor Protagónico Comercial por su trabajo en la obra Druk, sorprendió al público con una dedicatoria profundamente personal. En su discurso, el actor no solo agradeció a sus colegas y al equipo de producción, sino que también abrió su corazón al referirse al difícil momento que atraviesa su familia, en especial su suegra, Elsa Quattrocchi, madre de Nancy Dupláa.
“Este es un premio especial para ella, para que siga poniéndole fuerza”, expresó Echarri con la voz quebrada, generando un silencio respetuoso en la sala. La frase, breve pero cargada de significado, reveló una situación que hasta entonces se había mantenido con discreción: Elsa está enfrentando una enfermedad delicada, y tanto Nancy como Pablo han optado por acompañarla con entereza y reserva.
La actriz, que no asistió a la ceremonia, se mantuvo al margen de los flashes y las entrevistas, priorizando el cuidado de su madre. Aunque no ha hecho declaraciones públicas sobre el estado de salud de Elsa, quienes conocen a la familia aseguran que el vínculo entre madre e hija es profundo y lleno de admiración. En entrevistas pasadas, Nancy ha recordado con orgullo que su madre fue enfermera durante décadas, incluso trabajando en turnos nocturnos y en fechas festivas, desafiando los estereotipos de su época.
El gesto de Echarri en el escenario fue más que una dedicatoria: fue un acto de amor y de visibilización de una lucha silenciosa. En medio de una gala que celebraba el arte y el talento, el actor eligió poner el foco en lo verdaderamente importante: la familia, la salud y el acompañamiento en los momentos difíciles. “A mi esposa y a mis hijos, los tres, que seguramente están viendo y no daban ni dos mangos de que podíamos ganar. Ya ganamos Mejor Obra y ahora papá está acá”, dijo con una sonrisa, antes de volver a la emoción al mencionar a su suegra.
El público respondió con un cálido aplauso, reconociendo no solo el talento de Echarri, sino también su sensibilidad y su humanidad. En tiempos donde la exposición mediática suele estar marcada por lo superficial, este momento íntimo y sincero recordó que detrás de cada figura pública hay historias personales que merecen respeto y empatía.