La reciente visita de Eugenia “la China” Suárez a Turquía junto a sus hijos marcó un punto de inflexión en su vida personal y familiar. El reencuentro con Mauro Icardi en Estambul no solo reavivó su vínculo sentimental, sino que también dio lugar a decisiones trascendentales que afectarán directamente el futuro de sus tres hijos: Rufina, Magnolia y Amancio.
Durante semanas, los rumores sobre una posible mudanza definitiva flotaban en el aire, pero fue en los últimos días cuando se conocieron detalles concretos sobre el nuevo rumbo que tomará esta familia ensamblada. La actriz se encuentra instalada en una lujosa casa cerca del Bósforo, y planea mudarse junto a Icardi y los niños a una residencia aún más amplia, pensada para brindar mayor comodidad y estabilidad.
Uno de los cambios más significativos involucra a Rufina, la hija mayor que la China comparte con Nicolás Cabré. Según trascendió, la niña comenzará el colegio en Turquía el 8 de agosto, en una institución con doble escolaridad bilingüe en inglés y turco. Este paso marca el inicio de una nueva etapa para Rufina, quien no solo se adapta a un nuevo sistema educativo, sino también a una cultura diferente, rodeada por el afecto de su madre y la presencia de Icardi como figura familiar.
En cuanto a Magnolia y Amancio, hijos de la actriz con Benjamín Vicuña, la situación es más compleja. Aunque inicialmente viajaron con su madre a Turquía, se confirmó que regresarán a la Argentina acompañados por su abuela materna. La China no tiene previsto volver en el corto plazo, por lo que será su madre quien se encargue de la logística de traslado de los pequeños. Sin embargo, existe la posibilidad de que estos también se instalen de forma permanente en Turquía, ya que los abogados de Vicuña están tramitando esa opción.