El Gobierno nacional confirmó que a partir de 2026 comenzará a regir un nuevo esquema de subsidios energéticos que modificará de manera significativa el costo de la luz, el gas natural y las garrafas en todo el país. La medida, que reemplazará la segmentación por niveles y unificará los programas existentes, apunta a que el Estado concentre la ayuda únicamente en los sectores con ingresos inferiores a tres Canastas Básicas Totales, lo que hoy equivale a $3.641.397 mensuales por hogar.
Este límite supone un filtro más estricto respecto del sistema actual y, según estimaciones oficiales, dejará a una parte importante de la clase media fuera del beneficio. Para Salta, donde el clima, la geografía y la falta de infraestructura gasífera hacen que muchas familias dependan de la electricidad y del GLP, el cambio podría sentirse con mayor intensidad que en otras provincias.
La decisión implica la desaparición de categorías como N1, N2 y N3, así como del Programa Hogar y la Tarifa Social de Gas. En su lugar, habrá solo dos tipos de usuarios: quienes accedan al subsidio y quienes paguen la tarifa completa. La intención oficial es transparentar los precios, reducir distorsiones históricas y avanzar hacia un gasto fiscal más controlado.
Un registro único y mayores controles
La Secretaría de Energía abrió una consulta pública para recibir aportes durante quince días hábiles, mientras prepara la transición hacia un registro único que concentrará toda la información de beneficiarios. Los usuarios que ya figuren en el RASE serán migrados automáticamente, aunque podrán actualizar sus datos mediante declaración jurada.
Además de los ingresos, el Gobierno mantendrá criterios patrimoniales excluyentes. Hogares con embarcaciones, autos de alta gama, propiedades adicionales o signos de capacidad económica por encima del promedio quedarán fuera del subsidio de forma inmediata.
La revisión de padrones realizada en los últimos meses detectó 2.590.000 casos irregulares, entre ellos solicitudes a nombre de personas fallecidas y hogares en barrios privados. La nueva estructura apunta a evitar estas situaciones mediante controles permanentes y cruces automáticos de información.
Cómo se aplicará el subsidio a la electricidad
El esquema dejará de bonificar porcentajes del precio general y pasará a reconocer un bloque de consumo con un descuento del 50%. Para la luz, ese bloque será de 300 kWh mensuales durante el invierno y el verano, y de 150 kWh en primavera y otoño.
En Salta, donde el uso de ventiladores y aires acondicionados se dispara entre diciembre y marzo, los 300 kWh podrían resultar insuficientes para muchos hogares, especialmente en el Valle de Lerma, el norte provincial y barrios densamente poblados de la capital. Quienes superen esos topes pagarán el excedente a precio pleno, sin bonificaciones.
La electricidad también tendrá un precio mayorista alineado al valor monómico de generación, estimado en 75 dólares por MWh. Esta actualización eliminará subsidios indirectos y hará más visible el costo real de producir energía en el país.
Gas natural por redes y un beneficio acotado al invierno
El subsidio para el gas por redes solo regirá entre abril y septiembre. Durante esos meses, los hogares que califiquen pagarán la mitad del costo del gas hasta un bloque máximo que variará según la región. En verano no habrá ningún beneficio.
En Salta, donde la red de gas no cubre buena parte del interior, este cambio impactará sobre todo en barrios urbanos conectados al sistema. Localidades de altura, que sufren temperaturas invernales extremas, podrán acceder a topes diferenciales solo si finalmente se aprueba el esquema de zonas frías dentro del Presupuesto 2026.
El precio PIST —la referencia del gas en boca de pozo— quedará fijado en 3,80 dólares por millón de BTU durante todo el año. Al ser un valor único, se eliminarán los ajustes estacionales que encarecían el consumo en los meses más fríos.
Garrafas y gas propano: un punto sensible para el interior salteño
Para quienes utilizan garrafas o gas propano por redes, la asistencia continuará, pero bajo una modalidad distinta. El subsidio será directo y se acreditará mediante billeteras virtuales como Mercado Pago, lo que exige que los usuarios cuenten con acceso a medios electrónicos de pago.
Las familias recibirán el equivalente a media garrafa por mes durante todo el año y una garrafa completa adicional en invierno. Más de 3 millones de hogares que hoy integran el Programa Hogar serán traspasados a este sistema.
En Salta, donde miles de familias dependen de la garrafa para cocinar o calefaccionar —especialmente en municipios de los Valles Calchaquíes, la Puna, el Chaco salteño y parajes alejados—, la medida tendrá un impacto directo. El desafío será garantizar que quienes no estén familiarizados con herramientas digitales puedan acceder sin trabas al reintegro.
Una transición gradual para evitar subas abruptas
Durante enero de 2026 se aplicará una bonificación extraordinaria del 25% que elevará temporalmente la asistencia al 75% para electricidad y al 25% para gas por redes. Este extra se reducirá de manera progresiva hasta desaparecer en diciembre. El objetivo es amortiguar el efecto de los aumentos mientras los hogares ajustan su economía al nuevo esquema.
El Gobierno proyecta que, una vez consolidada la reforma, el gasto en subsidios energéticos caerá al 0,5% del PBI en 2026. Esto significa que los usuarios asumirán, en promedio, el 76% del costo real de la luz y el 79% del gas.
Según estimaciones oficiales, el 80% de los hogares de menores ingresos pagará en el mes más frío menos de $34.000 por gas y el 87% desembolsará menos de $38.000 por electricidad en el período de mayor demanda. Los montos finales dependerán del tipo de consumo, el acceso al subsidio y el cumplimiento de los bloques fijados.
Un cambio de reglas que redefine el consumo
La reforma marca un giro estructural en la política energética argentina. Para Salta, donde coexisten zonas urbanas con alta demanda eléctrica, pequeños municipios sin gas natural y regiones montañosas con fríos extremos, la transición promete ser compleja.
La clave estará en que los usuarios mantengan sus datos actualizados, revisen su consumo y se informen sobre los nuevos requisitos. En un contexto económico ajustado, cada kilovatio y cada metro cúbico contará más que nunca. El Gobierno apuesta a un sistema más ordenado y focalizado; los hogares salteños, en cambio, seguirán de cerca cómo estos cambios se traducen en la factura de cada mes.