El gobierno de Javier Milei recibió un fuerte respaldo por parte de Estados Unidos, que anunció su intención de avanzar en un swap por 20.000 millones de dólares con el Banco Central de la República Argentina, junto a la posibilidad de adquirir bonos de deuda y promover nuevas inversiones en el país. El anuncio fue leído por la administración libertaria como una muestra clara de confianza internacional en el rumbo económico adoptado desde diciembre.
El presidente Milei, desde Nueva York, agradeció personalmente al mandatario estadounidense Donald Trump y al secretario del Tesoro, Scott Bessent, con un mensaje cargado de contenido político y simbólico. “Juntos construiremos un camino de estabilidad, prosperidad y libertad”, expresó el mandatario argentino, reforzando la sintonía ideológica con el actual gobierno republicano.
Luis Caputo, titular del Ministerio de Economía, también celebró la novedad con entusiasmo: “Empieza una nueva era”, escribió en redes sociales, destacando el valor estratégico del apoyo norteamericano para el futuro económico del país.
El paquete anunciado por el Tesoro de EE.UU. incluye tres elementos centrales: el swap de divisas por USD 20.000 millones, la posible compra de deuda soberana y un crédito stand by a través del Fondo de Estabilización Cambiaria, que requeriría aval del Congreso argentino.
Desde el gobierno aseguran que este respaldo internacional marca un punto de inflexión, no solo en términos financieros sino también políticos, y consideran que podría acelerar la llegada de inversiones extranjeras y reactivar sectores clave de la economía. En provincias como Salta, con fuerte potencial en minería, turismo y agroindustria, crecen las expectativas por un posible efecto derrame.
Sin embargo, el anuncio llega en medio de un contexto sensible: a un mes de las elecciones generales, la gestión Milei busca consolidar apoyo y mostrar señales de estabilidad ante un escenario local complejo, con inflación alta y fuerte caída del consumo.
El desafío ahora será transformar esta promesa de apoyo en resultados concretos para la economía real. Porque si bien el respaldo de Washington es un guiño potente, los salteños —como tantos otros argentinos— esperan que el alivio no quede solo en los discursos.