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Receta de "Tarte Flambée", la fugazzeta francesa que conquista a los paladares más exigentes

Esta receta es perfecta para los amantes de la cebolla y el queso.

Receta de "Tarte Flambée", la fugazzeta francesa que conquista a los paladares más exigentes

Aunque su nombre suene sofisticado, la “tarte flambée” conserva un espíritu casero que encanta a todos. Originaria de la región de Alsacia, en Francia, combina una masa finita y crocante con cebolla salteada, panceta y crema, ofreciendo una versión delicada pero igualmente sabrosa de la clásica fugazzeta argentina.

La receta no requiere técnicas complicadas, ya que con pocos ingredientes y un horno bien caliente, se logra una preparación ligera y llena de sabor, ideal para una cena tranquila, una reunión familiar o una picada entre amigos, donde se demuestra que la simplicidad también puede ser elegante.

¿Cómo hacer una “tarte flambée” y que quede crocante por fuera y suave por dentro?

El truco para que la tarte flambée quede perfecta está en la masa y en la cocción. Una base bien estirada y fina permite que se dore rápido sin secarse, mientras que el relleno, colocado con moderación, mantiene la humedad justa. Cocinarla a temperatura alta y en una bandeja o piedra caliente asegura ese contraste perfecto entre el borde crujiente y el corazón tierno, logrando una experiencia de sabor que combina lo mejor de la fugazzeta con un toque francés.

Ingredientes:

  •     250 g de harina 000
  •     125 g de manteca fría
  •     1 pizca de sal
  •     60 ml de agua fría
  •     200 g de crema de leche
  •     150 g de panceta cortada en cubitos
  •     2 cebollas grandes
  •     Pimienta negra al gusto
  •     Nuez moscada opcional
  •     Queso rallado (tipo gruyere o mozzarella, unos 150 g)

Preparación:

- Para la masa, poner la harina en un bol y mezclarla con la sal. Incorporar la manteca cortada en cubitos y trabajarla con las manos hasta que quede arenosa, como miguitas de pan. Agregar el agua fría de a poco hasta formar una masa suave que no se pegue en las manos, sin amasar demasiado. Envolverla en film y dejarla descansar en la heladera unos 30 minutos.

- Mientras la masa descansa, cortar las cebollas en pluma bien finitas y saltearlas en una sartén con un poquito de aceite o manteca hasta que se pongan transparentes y dulces, sin que se doren demasiado. Agregar la panceta y cocinar hasta que apenas tome color. Condimentar con pimienta y, si se quiere, un toque de nuez moscada. Dejar enfriar un poco.

-Precalentar el horno a temperatura alta, unos 220 °C, y preparar una bandeja con papel manteca. Estirar la masa en forma rectangular o redonda, bien finita, casi como una tapa de pizza. Distribuir sobre la base la mezcla de cebolla y panceta y luego cubrir con la crema de leche, repartiendo el queso rallado por encima de manera uniforme.

- Llevar al horno bien caliente y cocinar hasta que los bordes se doren y queden crocantes, mientras el relleno mantiene la suavidad. Esto suele tardar entre 12 y 18 minutos, dependiendo de la cocina y del grosor de la masa. Es importante no sobrecargarla de relleno para que la textura crocante del borde se conserve.

- Retirar del fuego, dejar reposar un par de minutos y cortar en porciones. Servir caliente, ideal para acompañar con una buena bebida o disfrutar sola en una reunión, logrando el equilibrio perfecto entre el crocante de afuera y el corazón suave y cremoso.

 


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