En plena escalada del conflicto en Medio Oriente, Hamas analiza por estas horas el plan de paz propuesto por el gobierno de Estados Unidos, con la posibilidad de dar una respuesta definitiva en los próximos días. La iniciativa, ya aceptada por Israel, busca frenar los enfrentamientos en la Franja de Gaza, aunque el grupo islamista exige garantías concretas para avanzar hacia un acuerdo.
Según fuentes cercanas a la organización, las discusiones internas siguen siendo intensas, con posturas divididas entre los líderes que se encuentran en el exilio y aquellos que permanecen en Gaza, cuya opinión resulta clave. Mientras algunos sectores ven el plan como una oportunidad para alcanzar un alto el fuego, otros advierten que ciertos puntos del acuerdo podrían debilitar la resistencia palestina y consolidar la ocupación israelí.
Uno de los principales reclamos de Hamas es que se asegure, con respaldo internacional, una retirada total de Israel de Gaza y el cumplimiento efectivo del cese al fuego. También plantean reparos sobre cláusulas vinculadas al desarme, el exilio forzado de miembros del grupo y la falta de garantías sobre la amnistía incluida en la propuesta.
En paralelo, desde el lunes pasado se vienen desarrollando reuniones en Doha, Qatar, con participación de representantes de Hamas y mediadores de Egipto, Turquía y Qatar. Allí se debate una propuesta de veinte puntos impulsada por la administración de Trump, que busca sentar las bases de una tregua duradera.
El escenario es complejo y la incertidumbre se mantiene, pero todo indica que una definición llegará esta semana. De concretarse un acuerdo, podría significar un punto de inflexión en el conflicto y abrir una nueva etapa en la región.
Mientras tanto, en Salta, como en otras provincias argentinas, la comunidad árabe sigue de cerca cada novedad. Con familiares y raíces en Medio Oriente, muchos salteños viven con preocupación lo que ocurre en Gaza, esperando que la paz deje de ser una promesa y empiece a tomar forma.
