El banco de inversión JP Morgan Chase ratificó su apoyo a los activos argentinos y se mostró confiado en la disciplina fiscal que sostiene el Gobierno nacional. En su último informe, la entidad reafirmó la recomendación de sobreponderar la deuda soberana en dólares y de mantener la compra de bonos BONTAM en pesos, indexados a la tasa mayorista TAMAR, incluso después de la derrota de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas de la Provincia de Buenos Aires.
La posición de la entidad financiera fue clara: los riesgos políticos aumentaron tras los comicios bonaerenses, pero la estrategia económica del Ejecutivo sigue firme. Para los analistas Luis Oganes y Johnny Goulden, “los elementos centrales permanecen intactos para que Milei continúe consolidando lenta pero firmemente su agenda de reformas”.
El informe describió el resultado electoral como “muy negativo” para la administración libertaria y advirtió sobre las dificultades que el oficialismo enfrentará de cara a las legislativas nacionales de octubre. Sin embargo, destacó la disciplina fiscal como el ancla principal de la política económica y señaló que la Casa Rosada podría recalibrar su estrategia política para sostener la confianza de los mercados.
Según el reporte, la diferencia en Buenos Aires fue contundente: la coalición peronista-kirchnerista, Fuerza Nacional, superó a La Libertad Avanza por 13,6 puntos porcentuales, un margen superior a las previsiones iniciales. Este resultado, considerado un duro golpe para el oficialismo, obliga al Gobierno a reforzar su base política para encarar la próxima etapa electoral.
Aun así, JP Morgan mantuvo una visión positiva sobre instrumentos específicos del mercado argentino. Los bonos BONTAM con vencimiento en diciembre de 2026 fueron recomendados como una opción atractiva, ya que podrían beneficiarse tanto de un escenario de desinflación tras las elecciones como de la cobertura frente a tasas de interés elevadas en el corto plazo.
El informe también analizó la reciente volatilidad de los mercados locales, explicada por la mayor dolarización, la caída en la demanda de pesos antes de los comicios y los cambios en el esquema monetario. Pese a estas tensiones, la entidad subrayó que el riesgo político, más que el agotamiento del marco macroeconómico, es la principal fuente de inestabilidad.
En este sentido, JP Morgan remarcó que Milei se comprometió a sostener el marco monetario y cambiario vigente y que la disciplina fiscal se mantendrá como un pilar de su gestión. Esto, para la entidad, garantiza que la disposición de pago seguirá firme y que Argentina conserva un valor significativo en el segmento de deuda soberana.
De cara a 2024, el banco anticipó que la acumulación de reservas podría reanudarse, aunque a un ritmo más lento de lo esperado, y que el Gobierno tendrá capacidad para afrontar vencimientos de deuda en moneda extranjera. El informe calculó que se necesitarán alrededor de USD 3.000 millones para amortizaciones y poco más de USD 2.000 millones para el pago de cupones de eurobonos.
En conclusión, a pesar de la derrota electoral y de la incertidumbre política que atraviesa el oficialismo, JP Morgan mantiene su visión positiva sobre los activos argentinos. El respaldo al plan fiscal de Milei y a los bonos soberanos muestra que, al menos desde la mirada internacional, Argentina conserva credibilidad en su rumbo económico, siempre y cuando el Gobierno logre sostener la gobernabilidad en un escenario político adverso.