En un nuevo capítulo del conflicto que atraviesa el Hospital Garrahan, uno de los principales centros pediátricos del país, los trabajadores confirmaron un paro total de actividades para el próximo jueves 28 de agosto. La medida fue votada en asamblea este miércoles, en el marco de un plan de lucha que ya suma varias jornadas de protesta.
Durante la jornada de este miércoles, los profesionales de la salud realizaron un paro de 24 horas que incluyó una movilización a la sede de la obra social Unión Personal, en pleno centro porteño. La protesta se centró en dos ejes principales: la urgente declaración de la emergencia pediátrica a nivel nacional y la exigencia de un aumento salarial que recomponga el poder adquisitivo de los trabajadores del hospital.
Los manifestantes señalaron que el deterioro salarial es insostenible y que muchos profesionales se ven obligados a abandonar sus cargos por no poder cubrir siquiera los gastos básicos. La Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan advirtió que la situación amenaza con desmantelar uno de los pilares del sistema público de salud, ya que el éxodo de personal afecta directamente la calidad de atención a niñas, niños y adolescentes de todo el país.
Además del paro, los trabajadores se movilizaron hasta la sede de Unión Personal para rechazar la implementación de copagos en prácticas médicas que, hasta ahora, eran cubiertas por completo por la obra social. Según explicaron, desde el 1 de agosto se comenzaron a aplicar cargos adicionales para consultas, estudios de laboratorio y hasta placas radiográficas, lo que representa una barrera de acceso a la atención médica para miles de afiliados.
"Nos están cobrando hasta para hacer una ecografía", fue una de las frases más repetidas durante la protesta. La crítica se dirige tanto al vaciamiento de los recursos hospitalarios como a las medidas de ajuste que impactan directamente en el bolsillo de pacientes y trabajadores.
La asamblea general realizada a partir de las 13 horas contó con la participación de todo el equipo de salud del hospital, incluyendo médicos, enfermeros, técnicos y administrativos. Allí se definió por unanimidad continuar con el plan de lucha y convocar a una nueva medida de fuerza el 28 de agosto, con posibles movilizaciones y cortes en distintas zonas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La principal demanda es una recomposición salarial urgente, que garantice ingresos acordes a la canasta básica familiar. Desde la Asociación de Profesionales y Técnicos remarcan que los sueldos actuales se encuentran muy por debajo de ese umbral, y que el deterioro se ha agravado en los últimos meses por la escalada inflacionaria y la falta de actualización en los haberes.
La situación genera preocupación también en los equipos médicos del norte argentino, donde la precarización laboral es moneda corriente y las derivaciones al Garrahan representan una vía de contención vital. “Si el Garrahan colapsa, colapsamos todos”, expresó un pediatra del Hospital Materno Infantil de Salta, en diálogo con colegas durante una reunión informal. Aunque no se trata de una declaración oficial, resume el sentimiento de incertidumbre que atraviesa al sistema.
Desde distintos sectores de la salud aseguran que la crisis pediátrica ya se instaló como una realidad, aunque aún no se haya formalizado como emergencia nacional. La falta de recursos humanos especializados, las demoras en insumos básicos y la sobrecarga de trabajo en guardias y salas de internación conforman un escenario crítico que se repite en casi todos los hospitales públicos del país.
El próximo 28 de agosto podría ser una jornada clave para visibilizar este panorama. Los trabajadores del Garrahan preparan una protesta masiva, y no se descarta que se sumen otras organizaciones de salud en solidaridad, tanto en Capital Federal como en otras provincias. En Salta, si bien no hay una convocatoria oficial aún, algunas agrupaciones ya se manifestaron a favor de apoyar la medida.
Con salarios congelados, ajustes presupuestarios y un sistema de copagos que amenaza con transformar el acceso a la salud en un lujo, el conflicto en el Garrahan se vuelve un símbolo del estado actual del sistema sanitario argentino.