En la investigación sobre el incidente con el teléfono de Fernando Sabag Montiel, el acusado del atentado a Cristina Kirchner, la Cámara de Casación dejó firme esta semana el sobreseimiento de los peritos involucrados, cerrando así otra etapa clave del expediente judicial.
Desde el inicio, el celular estuvo rodeado de irregularidades: al momento de ser secuestrado el 1 de septiembre de 2022, fue manipulado por personal de la Policía Federal, que intentó desbloquearlo y subirlo a un sistema forense (UFED), sin éxito. Letras de advertencia “warning”, según Camila Seren, advertían del riesgo de fallo por incompatibilidad o errores técnicos.
Tras ese primer intento, el aparato fue enviado a la PSA, con controversia en la cadena de custodia. Priscilla Santillán, de la PFA, afirmó que lo entregó cerrado, pero los peritos afirmaron que llegó encendido y con la SIM extraída en cinta. La PSA confirmó que el dispositivo volvió a estado de fábrica durante el peritaje. Esa pérdida de datos llevó a abrir una investigación judicial por posibles faltas en el proceso.
Especialistas periciales explicaron que el reseteo podría deberse a incompatibilidades entre la herramienta UFED y el modelo del celular, o errores del procedimiento técnico, no a una manipulación intencional. En particular, explicaron que dichos errores suelen originarse en fallos de comunicación por cable, batería o software, y que no es posible restaurar a fábrica el dispositivo de forma remota sin señal o configuración especial.
En resumen, el sobreseimiento definitivo de los peritos cierra un capítulo judicial de la causa. El misterio técnico del reseteo queda impune, y la causa judicial deberá avanzar sin esa evidencia crítica. El recurso rechazado por Casación despeja el terreno: no hubo acciones ilegales ni errores graves, sólo un fallo técnico que no pudo esclarecerse.