Un sereno encontró dos brazos seccionados dentro de bolsas de basura tiradas junto a una obra en construcción en Córdoba. La investigación logró identificar a la víctima y la policía analiza cámaras y testigos para dar con el autor de este macabro hallazgo que conmocionó a todo el barrio Chateau Carreras.
El episodio ocurrió en la mañana del viernes 25 de julio de 2025, en avenida Ramón Cárcano al 800, cuando Ramón Ramírez, sereno de la obra, notó una bolsa sospechosa que no estaba el día anterior. Al acercarse, abrió con una azada y descubrió vendas con sangre. Lo que al principio creyó que era un animal terminó siendo un brazo humano. De inmediato avisó al capataz y luego llamó al 911.
A partir de allí se desplegó un importante operativo. La Policía Judicial acordonó la zona, y el fiscal Horacio Vázquez, a cargo de la causa, ordenó rastrillajes y la intervención de la Brigada de Homicidios y los perros rastreadores. El hallazgo provocó un fuerte impacto entre los vecinos de la zona, que están acostumbrados al movimiento de obras y tránsito por la cercanía con el estadio Kempes, pero no a este tipo de escenas.
Los restos encontrados correspondían a dos brazos humanos cortados en tres partes. Fueron identificados gracias al sistema de huellas de la policía científica, que determinó que pertenecían a una mujer de 24 años con antecedentes penales. Aunque su identidad no se hizo pública, la Justicia ya trabaja sobre posibles vínculos y amenazas previas que habría recibido.
En la escena no se encontraron otras partes del cuerpo, lo que indica que el crimen pudo haberse cometido en otro lugar y que los restos fueron descartados allí. Los investigadores analizan si se trató de un ajuste de cuentas o un crimen con algún otro tipo de motivación.
Ramón Ramírez relató que cada mañana revisa el perímetro y recolecta basura que arrojan en la zona. Ese viernes salió cerca de las 9 de la mañana y notó la bolsa. “La tarde anterior no estaba. La abrí con la azadita y vi una venda con sangre. Pensé que era una criatura o un animal. Después me di cuenta de que era una mano, y ahí ya no quise seguir”, contó.
El hecho quedó registrado como un homicidio con ocultamiento de cadáver y posible ensañamiento, aunque por el momento no hay detenidos. La fiscalía analiza las cámaras de seguridad de la zona, tanto públicas como privadas, en busca de vehículos o personas que hayan circulado por allí entre la tarde del jueves y la madrugada del viernes, cuando se presume se arrojaron las bolsas.
Uno de los obstáculos que enfrentan los investigadores es que la zona estaba cubierta de niebla en las primeras horas del viernes, lo que habría facilitado que el o los autores actuaran sin ser detectados. Aun así, esperan que las cámaras térmicas o domos con visión nocturna puedan aportar información clave.
Además, se están revisando movimientos de celulares en la zona y tomando declaraciones a vecinos y obreros que hayan estado en el lugar durante las horas previas al hallazgo.