Desde el próximo 2 de septiembre, entrar a Estados Unidos será un trámite más exigente para los argentinos. A partir de esa fecha, el gobierno norteamericano pondrá en marcha un nuevo requisito: casi todos los solicitantes de visas no inmigrantes deberán presentarse en persona para una entrevista con personal consular. Esto incluye tanto a quienes gestionan su visa por primera vez como a quienes ya cuentan con una y desean renovarla.
El cambio, que fue oficializado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, se aplicará de forma global y alcanza directamente a los ciudadanos argentinos. Aunque no se trata de una medida exclusiva para nuestro país, la novedad ya generó inquietud entre quienes planeaban un viaje al norte del continente por turismo, estudios o negocios en los próximos meses.
Hasta ahora, muchos argentinos podían renovar su visa sin necesidad de pasar por la entrevista presencial. Bastaba con completar el formulario correspondiente, entregar el pasaporte y aguardar a que el documento volviera con la visa estampada. Ese proceso, bastante más ágil y cómodo, dejará de estar disponible para la mayoría de los casos.
¿A quiénes afecta y quiénes están exentos?
La disposición alcanza a casi todos los solicitantes de visas de no inmigrante. Eso incluye a personas que desean viajar a Estados Unidos por turismo (B-2), negocios (B-1) o una combinación de ambos (B1/B2), entre otros motivos. También se verán alcanzados los menores de 14 años y los adultos mayores de 79, sectores que anteriormente estaban exentos de esta obligación.
Sin embargo, hay algunas excepciones bien definidas. No deberán asistir a la entrevista quienes tramiten visas diplomáticas u oficiales, ni quienes posean determinadas categorías especiales como A-1, A-2, C-3 (con ciertas restricciones), G-1 a G-4, y NATO-1 a NATO-6. También se mantiene la exención para algunos ciudadanos mexicanos que renueven sus tarjetas de cruce fronterizo bajo condiciones específicas.
En el caso de los argentinos que ya hayan tenido una visa B1/B2 y deseen renovarla, podrían evitar la entrevista si la solicitud se presenta dentro de los 12 meses posteriores al vencimiento de la anterior, siempre que cumplan con otros requisitos: no haber recibido una negativa previa (o haberla superado), presentar la solicitud desde el país de residencia y no tener ninguna inelegibilidad visible. Aún así, el consulado podrá exigir la entrevista en cualquier momento y por cualquier motivo.
Cómo impacta en Salta
En Salta, donde el acceso a la embajada estadounidense en Buenos Aires ya supone un costo adicional en pasajes, estadía y traslados, la obligatoriedad de la entrevista suma una barrera más. Muchas familias y estudiantes salteños que pensaban renovar su visa en forma simplificada ahora deberán reprogramar sus planes y contemplar este paso extra en la gestión.
El cambio también podría traducirse en demoras y una mayor demanda de turnos, ya que el número de entrevistas que la embajada puede procesar diariamente es limitado. Desde ya, se recomienda a quienes tengan previsto viajar a Estados Unidos en los próximos meses que inicien el trámite con tiempo y estén atentos a las actualizaciones en la web oficial del consulado.
Además, los cambios llegan en un contexto en el que muchos argentinos se encuentran gestionando o evaluando posibilidades de estudios, programas culturales o incluso experiencias laborales temporarias en Estados Unidos. La necesidad de presentarse físicamente complica especialmente a quienes viven lejos de la Capital Federal, como sucede en gran parte del norte argentino.
El Departamento de Estado sugiere a los interesados revisar regularmente el sitio oficial de la embajada de Estados Unidos en Argentina, donde se detallan los pasos actualizados para gestionar las visas, los documentos requeridos y los tiempos estimados para cada etapa del proceso.
En tiempos donde viajar se volvió más que un lujo —una inversión en experiencias, estudio o crecimiento profesional—, cada paso cuenta.
En definitiva, con este nuevo panorama, Estados Unidos endurece sus requisitos para quienes deseen pisar su suelo, y obliga a los argentinos a planificar con mayor precisión y tiempo sus viajes.