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OPERATIVOS EN EZEIZA

Detienen a una azafata con relojes Rolex, iPhones y joyas por $58 millones

La mujer, de 64 años, intentaba abordar un vuelo de Aerolíneas Argentinas rumbo a Miami cuando fue descubierta con una valija repleta de artículos de lujo.

Detienen a una azafata con relojes Rolex, iPhones y joyas por $58 millones

El aeropuerto internacional de Ezeiza fue escenario de un escándalo que sacudió a la comunidad aeronáutica y también generó revuelo en Salta: una azafata de Aerolíneas Argentinas, oriunda de esta provincia, fue detenida al intentar ingresar al país una importante cantidad de artículos de lujo sin declarar. El valor total de la mercadería incautada supera los 58 millones de pesos.

La situación se produjo en el mes de mayo, pero se dio a conocer recién ahora, luego de que la Justicia federal avanzara con medidas procesales contra la mujer. La tripulante, de 64 años, fue interceptada en el área de preembarque del aeropuerto cuando estaba por abordar un vuelo con destino a Miami, en el que debía cumplir funciones como parte de la dotación de cabina de la línea aérea de bandera.

Al pasar por el escáner, su equipaje llamó la atención del personal de seguridad. De inmediato, agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) procedieron a revisar su valija. Lo que descubrieron dejó sin palabras a los efectivos: relojes de alta gama, celulares de última generación y joyas, todo embalado con extremo cuidado, pero sin los papeles correspondientes ni declaración aduanera.

Entre los objetos secuestrados había cuatro relojes Rolex, diez teléfonos iPhone —de modelos como el 12 Pro, 13 Pro Max y 14 Pro Max—, varios celulares de gama media, joyas de oro con diamantes, cadenas, anillos, aros, brazaletes y hasta monedas de oro. Todos los artículos eran originales y su estado impecable indicaba que eran nuevos. Según estimaciones oficiales, el valor de lo incautado ronda los 58 millones de pesos argentinos.

La investigación tomó un giro inesperado cuando, tras la intervención del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N°5, se autorizó un allanamiento en el domicilio particular de la azafata, ubicado en Buenos Aires. Allí, los agentes encontraron una suma considerable de dinero en efectivo: 93.920 dólares estadounidenses y 15.730 euros, además de otros objetos de valor cuya procedencia ahora está bajo la lupa.

La mujer fue formalmente imputada por el delito de tentativa de contrabando, una figura penal que contempla penas severas en caso de probarse que la intención era ingresar esa mercadería para su reventa en el mercado local, evitando así los controles fiscales y aduaneros. Como medida preventiva, se le prohibió salir del país hasta tanto avance el proceso judicial.

El caso sorprendió no solo por el perfil de la implicada —una trabajadora con años de servicio en la aerolínea de bandera— sino también por el modus operandi empleado. Según trascendió, habría intentado aprovechar su condición de tripulante de cabina, que habitualmente pasa por controles más flexibles, para introducir los objetos sin ser detectada.

No es la primera vez que un integrante de una tripulación aérea es investigado por maniobras de este tipo, aunque el volumen de lo encontrado en esta oportunidad llamó particularmente la atención. Para los investigadores, el conjunto de artículos secuestrados supera ampliamente el concepto de “uso personal”, lo que refuerza la hipótesis de una operación comercial no declarada.

Mientras tanto, la Justicia continúa recabando información sobre los movimientos financieros y patrimoniales de la imputada. El foco está puesto en determinar si actuaba por cuenta propia o si formaba parte de una red de contrabando más amplia. También se evalúa si hubo otras ocasiones en las que podría haber concretado maniobras similares sin ser detectada.

La causa se encuentra bajo secreto de sumario, aunque fuentes judiciales confirmaron que se están analizando dispositivos electrónicos secuestrados para rastrear comunicaciones y contactos que podrían aportar nuevos indicios sobre el origen y destino de los artículos confiscados.

Desde Aerolíneas Argentinas, si bien no hubo un comunicado oficial, trascendió que la empresa abrió un sumario interno y suspendió preventivamente a la empleada. La compañía, al ser estatal, está sujeta a estrictas normativas y su personal debe cumplir con un código de ética que, en este caso, se habría visto gravemente vulnerado.

Este episodio vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de reforzar los controles en todos los niveles del sistema aeroportuario, incluso entre el personal habilitado para volar. En tiempos de crisis económica, la tentación de obtener ganancias rápidas puede convertirse en una puerta de entrada para delitos que afectan la economía formal y la recaudación del Estado.

A medida que avance la investigación, se esperan definiciones clave en el expediente que podrían derivar en una causa penal de mayor envergadura. Por lo pronto, la mujer enfrenta un futuro incierto, con su carrera profesional en pausa y bajo el peso de una acusación grave.


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