En un giro que sorprende en el marco del debate sobre las empresas públicas, el Gobierno nacional decidió pausar la privatización de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE). En cambio, redobla la apuesta: destinará más de $52.798 millones en obras, maquinaria y modernización del sistema ferroviario en 2025.
La medida marca un cambio de ritmo en la política de transporte y abre interrogantes sobre el futuro del sistema ferroviario argentino. Aunque el oficialismo sostiene que el esquema actual es “inviable para el sector privado”, tampoco avanzará –al menos por ahora– con ventas ni concesiones.
Desde el Ministerio de Economía, aseguran que la rentabilidad actual del servicio es nula desde la óptica empresarial. Las tarifas cubren solo el 7,8% del costo real de operación, y el 92% de los ingresos proviene directamente del Estado. Así, no se vislumbra interés privado sin una reestructuración profunda.
“La única forma de volverlo rentable sería despidiendo a más de 10.000 trabajadores y aumentando fuertemente el precio de los pasajes, algo que no está en agenda por el momento”, deslizan fuentes oficiales.
Los números son claros: se estima que SOFSE tendrá ingresos por $83.801 millones, pero sus gastos operativos superarán el billón de pesos ($1.062.574 millones). Esto implica un déficit cercano a los $978.773 millones.
Buena parte de ese gasto está vinculado al personal: el 74,3% del presupuesto se destina a sueldos. La empresa cuenta con 23.271 empleados, incluyendo técnicos, obreros, administrativos y 46 directivos.
¿Qué se hará con los $52.798 millones?
La inversión proyectada se divide en dos grandes áreas:
- $42.617 millones se destinarán a obras de infraestructura
- $10.182 millones irán a compra de maquinaria y equipos
Entre los trabajos prioritarios se destacan:
- Renovación de vías en ramales clave como La Plata (línea Roca), Tigre (línea Mitre), Belgrano Sur (ramal M), Constitución–La Plata y Retiro–Pilar.
- Modernización del sistema de señalamiento en líneas como Sarmiento, Mitre, Roca, San Martín y Belgrano Sur.
- Implementación del sistema de frenado automático ATS en los tramos más transitados.
- Obras civiles, eléctricas, mejoras en puentes, y adquisición de locomotoras, triplas diésel y equipos para talleres.
El megaplan de mejoras forma parte de la estrategia impulsada bajo la Emergencia Pública Ferroviaria, vigente desde 2024 por un período de 24 meses. Este marco legal permite reorganizar el sistema con foco en seguridad, continuidad del servicio y eficiencia.
En total, se contemplan 226 obras ferroviarias en todo el país. De ellas, 45 ya están en ejecución y muchas más están próximas a comenzar. El plan también incluye la revisión y cancelación de contratos sin ejecución y la reasignación de recursos del fideicomiso de transporte.
A pesar de que SOFSE no será concesionada en el corto plazo, el Gobierno sí mantiene en pie la privatización de Belgrano Cargas, una línea destinada al transporte de carga.
La diferencia clave es que, según fuentes oficiales, este servicio sí podría resultar atractivo para el sector privado por su potencial logístico, especialmente vinculado a sectores exportadores.
El freno a la privatización de Trenes Argentinos no implica un cambio de rumbo ideológico, sino más bien una estrategia de reordenamiento y eficiencia antes de abrir las puertas al capital privado. El Ejecutivo apuesta a reducir el déficit operativo, mejorar la calidad del servicio y evaluar el potencial real del sistema una vez intervenido.
Diego Chaher, titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, es quien lidera estos procesos. Bajo su dirección, la empresa ya fue transformada en sociedad anónima el pasado 10 de junio, un paso legal que podría allanar el camino para futuros cambios.
Para millones de pasajeros que usan los trenes a diario, esta pausa en la privatización trae una certeza: el servicio seguirá en manos del Estado por ahora, y se esperan mejoras visibles en infraestructura y frecuencia durante los próximos meses.