Mientras se acerca el inicio del juicio oral por la Causa Cuadernos, una parte de los empresarios y exfuncionarios imputados intenta evitar sentarse en el banquillo. Más de treinta acusados presentaron pedidos para aplicar el mecanismo de reparación integral, una vía legal que les permitiría eludir el juicio a cambio de un resarcimiento económico.
El Tribunal Oral Federal N.º 7 convocó una audiencia virtual para el 12 de septiembre, donde se evaluarán los planteos. La fiscal Fabiana León será quien determine si estos tienen sustento jurídico. La causa, que ya lleva cinco años elevada a juicio, investiga el presunto sistema de recaudación de sobornos desde el Estado, durante los gobiernos kirchneristas.
El expediente tiene dimensiones monumentales: 147 procesados, más de 600 testigos y embargos superiores a los 1.100 millones de dólares. En el centro está Cristina Fernández de Kirchner, acusada de haber liderado una organización ilícita que operaba desde el Ministerio de Planificación para recaudar fondos de empresarios a cambio de contratos y beneficios.
Las pruebas más fuertes se apoyan en los cuadernos escritos por el chofer Oscar Centeno, quien durante años registró los viajes de bolsos con dinero entre empresarios y funcionarios. Según la Justicia, el mecanismo incluía “puntos fijos de recaudación” y pagos en dólares en oficinas públicas y privadas.
El juicio oral comenzará el 6 de noviembre, con audiencias todos los jueves. La audiencia previa de organización está fijada para el 24 de septiembre, y servirá para delimitar qué pruebas serán admitidas. El tribunal está compuesto por los jueces Méndez Signor, Castelli y Canero.
La estrategia de evitar el juicio mediante una compensación se da principalmente entre empresarios y exfuncionarios de menor rango. En cambio, Cristina Kirchner no tiene margen para acogerse a esta vía, ya que está acusada como jefa de la supuesta asociación ilícita. La expresidenta niega los cargos y sostiene que es víctima de una persecución judicial.
Aunque la causa tiene su base en Buenos Aires, en Salta también genera expectativa. Durante los años investigados, buena parte de la obra pública en la provincia dependía del financiamiento nacional. Si bien no hay imputados salteños directos, el clima de sospecha alcanzó a todo el sistema de contrataciones.
Con las audiencias a punto de comenzar y las defensas jugando sus últimas cartas, la Causa Cuadernos se encamina a ser uno de los juicios más importantes de las últimas décadas en la Argentina. Y su desenlace podría cambiar para siempre la forma en que se entiende el vínculo entre poder, dinero y obra pública.