El empresario Federico “Fred” Machado, vinculado con presuntas actividades de narcotráfico y lavado de dinero, se presentó ante la Justicia Federal de Estados Unidos y se declaró no culpable de los cargos que se le imputan. La decisión marca un nuevo capítulo en una causa que mantiene la atención tanto en Argentina como en el exterior.
Machado fue extraditado a fines de octubre tras pasar más de cuatro años bajo arresto domiciliario en Viedma. La Justicia estadounidense lo acusa de narcotráfico, estafa y lavado de dinero, delitos que podrían implicarle una dura condena si se comprueba su responsabilidad. Por el momento, el empresario no colaborará con las autoridades norteamericanas, una opción que podría haberle permitido beneficios procesales en caso de ser encontrado culpable.
En su declaración inicial, Machado negó los cargos y afirmó que demostrará su inocencia durante el juicio. El proceso judicial se realizará en una corte federal, donde su defensa buscará cuestionar las pruebas presentadas por la fiscalía. De cambiar su estrategia, podría optar por un juicio abreviado o un acuerdo de cooperación con las autoridades, lo que modificaría el rumbo de la causa.
Antecedentes de la extradición
El caso de Fred Machado comenzó a investigarse por presuntas operaciones financieras irregulares y movimientos de dinero vinculados al narcotráfico. En 2021 fue detenido en el aeropuerto de Neuquén tras la emisión de una alerta roja de Interpol. Desde entonces, estuvo bajo arresto domiciliario en su mansión de Viedma, hasta que la Justicia argentina detectó incumplimientos en las condiciones de detención. Por esta razón, el juez federal Gustavo Villanueva ordenó su traslado a una dependencia policial, acelerando así su extradición a Estados Unidos.
Repercusiones políticas en Argentina
Fred Machado se volvió conocido en la política nacional por su relación con José Luis Espert, entonces candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza. Una denuncia del dirigente social Juan Grabois reveló presuntos vínculos entre ambos, incluyendo pagos por consultorías y viajes en aeronaves privadas del empresario.
El escándalo generó un fuerte impacto: Espert reconoció haber recibido 200 mil dólares por un trabajo de consultoría en Guatemala y decidió renunciar a su candidatura, además de tomarse licencia en la Cámara de Diputados hasta finalizar su mandato. Aunque la causa judicial contra Espert no avanzó, el episodio dejó una huella significativa en su carrera política y puso en debate la transparencia en la financiación de campañas.
Expectativa judicial
Con la extradición y la declaración de “no culpable”, el proceso avanza en Estados Unidos. La Fiscalía deberá presentar pruebas contundentes, mientras que la defensa buscará demostrar la inocencia de Machado o que las operaciones fueron realizadas sin su conocimiento.
Expertos estiman que, en caso de comprobarse los delitos, las penas podrían superar los 20 años de prisión y sumar sanciones económicas significativas. El proceso podría extenderse varios meses o años, según la complejidad de la causa y los recursos presentados.
La investigación sobre Machado pone de relieve cómo operaciones empresariales aparentemente legales pueden vincularse a redes ilícitas, recordando la necesidad de reforzar controles en fronteras y aeropuertos del norte argentino.
Autoridades y expertos locales siguen el caso con interés, considerando que cualquier información que surja podría aportar datos relevantes sobre rutas de narcotráfico y lavado de dinero que afectan a la región.
Perfil del empresario
Federico Machado, de 52 años y oriundo de Río Negro, construyó su fortuna en el transporte aéreo y la compraventa de aeronaves. Su nombre comenzó a estar bajo la lupa cuando aparecieron sospechas sobre la procedencia de su capital y la vinculación con empresas en paraísos fiscales.
Desde 2019, agencias internacionales y la Justicia argentina investigan posibles movimientos ilícitos y el uso de su flota para trasladar dinero o sustancias ilegales. Los informes recabados por agencias como la DEA fueron clave para la solicitud de captura internacional y posterior extradición.
Un caso que refleja la complejidad del poder económico y político
Aunque la causa sigue en Estados Unidos, el caso de Fred Machado tiene ecos en Argentina y en Salta. Más allá del ámbito judicial, evidencia cómo el crimen organizado y los negocios legales pueden entrelazarse y la importancia de la vigilancia en regiones estratégicas del país.
Por ahora, la estrategia del empresario es sostener su inocencia y no colaborar con la Justicia, pero el desarrollo del juicio podría cambiar su postura. La expectativa está puesta en los próximos meses, cuando se presenten las pruebas y la defensa tenga la oportunidad de contrarrestarlas.
El caso de Machado, que comenzó con una detención en un aeropuerto patagónico, se transformó en un símbolo de la relación entre negocios, política y crimen organizado, con repercusiones que todavía resuenan en Argentina y en provincias del norte como Salta, donde la lucha contra el narcotráfico sigue siendo central.