En plena tensión política a nivel nacional, Martín Menem lanzó duras críticas a los legisladores oficialistas que no acompañan al Gobierno en el Congreso. “En su vida hubiesen llegado a una banca sin Milei”, disparó el presidente de la Cámara de Diputados, en un mensaje directo a quienes, según él, se beneficiaron del arrastre electoral pero ahora se alejan del rumbo del Ejecutivo.
Las declaraciones se dieron durante un evento con empresarios en Buenos Aires, pero su impacto resonó fuerte en provincias como Salta, donde el armado libertario aún busca consolidarse. Menem habló en defensa del Presidente Javier Milei, en medio del escándalo por los audios filtrados del ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo.
Según Menem, el contenido de esos audios es falso, pero destacó la reacción inmediata del Ejecutivo: el funcionario fue apartado, se inició una auditoría y se activó la intervención de la Justicia. "Vamos rápido y eso me parece una gran señal", dijo, diferenciando la gestión actual de gobiernos anteriores, a los que acusó de haber encubierto casos mucho más graves.
En esa línea, trazó un paralelismo con el caso del fiscal Alberto Nisman, recordando que "venimos de un fiscal que no llegó a declarar en el Congreso", en referencia a la etapa kirchnerista.
Menem también volvió a defender los ejes principales del Gobierno: el superávit fiscal, la seguridad y la transparencia. Aseguró que desde el primer día están siendo atacados en esos frentes, pero advirtió que “cada vez que nos peguen, vamos a responder con propuestas superadoras”.
A la hora de hablar de corrupción, afirmó que la mejor forma de combatirla es achicando el Estado. “Donde hay mugre, tiene que intervenir la Justicia. Un Estado chico deja menos margen para los negocios turbios”, aseguró.
En cuanto al Congreso, fue categórico: “No vamos a negociar el equilibrio fiscal. Hay quienes quieren desestabilizar, y se nota por las leyes que presentan. Son un delirio”.
Sobre las elecciones provinciales que se vienen, restó importancia a los resultados. Dijo que no alterarán el rumbo nacional y cuestionó la estrategia de algunos espacios que presentaron candidatos “sin representación” para evitar pagar el costo de una derrota.
Por último, proyectó cómo será el bloque oficialista tras el recambio legislativo: “Después del 10 de diciembre vamos a tener más de 80 diputados. Tenemos que construir los 40 que faltan para sacar las leyes que necesitamos”.
En Salta, donde el respaldo a Milei fue fuerte en las presidenciales pero aún no se traduce en una estructura política sólida, las palabras de Menem exponen el desafío del oficialismo: mantener la unidad interna y alinear a los legisladores con una gestión que no deja margen para medias tintas.
Con el Congreso cada vez más dividido y las internas a flor de piel, el Gobierno enfrenta no solo el desgaste natural del ajuste, sino también la fragilidad de una alianza que se armó más desde el enojo con la política tradicional que desde la construcción de poder territorial.