En medio de un escenario político cada vez más polarizado, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, se convirtió en noticia tras participar en una charla distendida en el canal de streaming Carajo, conducido por el influencer “El Gordo Dan”. Allí, no solo defendió con firmeza el modelo de gobierno libertario, sino que también sorprendió al describir a Milei como un hombre "hipersensible" y profundamente enfocado en el bienestar de los argentinos.
Lejos de las declaraciones típicas en medios tradicionales, Pettovello eligió un formato informal para dar un mensaje contundente. Su aparición fue parte de una estrategia más amplia del oficialismo para conectar con públicos más jóvenes y ampliar el alcance de su narrativa social.
Uno de los puntos más fuertes de la entrevista fue la defensa del Presidente frente a las críticas por supuestas contradicciones entre el liberalismo económico y las políticas sociales. “Muchos lo critican diciendo: ‘¿Cómo va a hacer política social si es libertario?’ Pero no entienden que el enfoque de Milei tiene que ver con la dignidad de las personas”, afirmó la ministra.
Pettovello remarcó que la creación del Ministerio de Capital Humano no es un capricho ni una jugada para ganar tiempo, sino una apuesta estructural para resolver problemas de fondo. “Un presidente que solo piensa en recortar no crea un ministerio humano. Esto lo hace alguien que piensa en las personas desde su valor, no solo en números”, subrayó.
Durante la charla, Pettovello puso especial énfasis en un tema que considera prioritario: la nutrición infantil. Según explicó, garantizar una alimentación adecuada en los primeros años de vida no es solo una cuestión de salud, sino de igualdad de oportunidades reales.
“Un chico mal alimentado no aprende igual que otro. No arranca desde el mismo lugar. Y si queremos que todos tengan chances, tenemos que empezar desde ahí”, sostuvo la ministra. Este enfoque busca correrse del asistencialismo clásico y apostar al desarrollo desde etapas tempranas.
En una de las frases más destacadas del encuentro, Pettovello planteó una diferencia clave: “La igualdad no existe. Pero lo que sí podemos hacer es ofrecer oportunidades parecidas”. Con esa lógica, la gestión busca instalar un discurso que pone el foco en el esfuerzo individual dentro de un marco de contención estatal que garantice condiciones mínimas.
La ministra dejó en claro que el rol del Estado no debe ser el de sostener eternamente a las personas, sino el de dar herramientas para que puedan salir adelante por sus propios medios. Esta visión coincide con el planteo ideológico de Milei, pero se presenta con un rostro más humano y cercano.
Más allá del contenido, lo que llamó la atención fue el tono relajado y emocional de Pettovello. En plena ola de críticas contra el Gobierno por sus medidas económicas, su mensaje busca mostrar que existe una intención social real detrás del discurso liberal.
Con frases como “Milei es hipersensible” y “está realmente comprometido con la gente”, la ministra intentó desmontar la idea de un Presidente desconectado. Y lo hizo apelando a una narrativa emocional, que combina sensibilidad con gestión técnica.
Este tipo de intervenciones posicionan a Sandra Pettovello como una de las voces más potentes dentro del Gabinete. Su estilo directo, su enfoque social y su respaldo al presidente la colocan en un lugar clave para equilibrar el ala económica del Gobierno con una narrativa más humana.
Además, su participación en un espacio de streaming muestra un cambio en la forma de comunicar del oficialismo: menos rigidez, más cercanía y un claro intento por hablarle a un público que no consume medios tradicionales.
La aparición de Pettovello en Carajo no fue casualidad. Es parte de una tendencia creciente en la política argentina: funcionarios que salen del molde institucional para dialogar con audiencias en entornos más horizontales. Y lo hacen con mensajes que buscan conmover, explicar y fidelizar.
¿Puede este tipo de comunicación cambiar la percepción del Gobierno? ¿Alcanza con mostrar sensibilidad en un contexto económico tan duro? Las respuestas aún están por verse, pero lo cierto es que este tipo de gestos marcan un nuevo rumbo en la forma de construir legitimidad política.