En un intento de robo, un chico de 14 años sufrió la fractura de su tobillo derecho. Ocurrió el martes 13, cuando la víctima salió del colegio para dirigirse a su casa en el barrio Santa Teresita. Se resistió al robo y logró quedarse con su teléfono celular.
El menor es estudiante de la Escuela de Educación Técnica Juana Azurduy de General Gûemes, el violento asalto ocurrió en horas del mediodía cuando el alumno salía del establecimiento. Al llegar a una de las esquinas de la Técnica, fue sorprendido por un hombre, quien sin mediar palabras lo barrió pateándole el tobillo derecho.
Pese a caer al suelo, el adolescente interceptó el celular y forcejeó con el asaltante, al mismo tiempo se defendía tirando patadas desde el piso. Al no poder quitarle el teléfono el ladrón desistió y se dio a la fuga.
Sin poder incorporarse por el fuerte dolor en su pie, al joven lo ayudó a levantarse un hombre mayor. Mientras, el damnificado se había comunicado con su madre para que lo auxiliara.
"Mi hijo me llamó desde su celular para que lo fuera a buscar, cuando llegué lo vi cómo estaba y me preocupó mucho, nos fuimos hasta el hospital donde le pusieron yeso", sostuvo Blanca Choque.
Según el diagnóstico médico, el alumno deberá permanecer con el yeso al menos unos 30 días, "mi hijo se perderá un mes de clases, eso me preocupa, pero más preocupación tengo por las personas que deambulan por la zona, son drogadictos y pueden provocar más daño en cualquier momento", sostuvo la madre del menor.
Luego de subir a la moto a su hijo, Blanca recurrió al 911 por ayuda para poder encontrar al agresor, pero según manifestó no pudieron hacer demasiado dado que carecían de un móvil policial.
"Nuestra policía tiene muchas carencias, no pudieron salir a rastrear al que agredió a mi hijo por falta de móvil, también recurrí a cámaras de seguridad de domicilios particulares, pero la que fue revisaba no registró nada. Debemos hacer algo porque esta institución tiene tres turnos, los que asisten a la noche son los más expuestos", declaró Blanca Choque.
