La noche del martes se tiñó de tensión sobre la Ruta Nacional 16, en el departamento de Anta, cuando un colectivo de larga distancia repleto de pasajeros chocó contra un caballo que cruzaba la calzada a la altura de El Tunal. El impacto fue fuerte, pero gracias a la reacción del chofer se evitó una tragedia mayor.
El hecho ocurrió cerca de las 23 horas. El micro, perteneciente a la empresa La Veloz del Norte, había salido desde Salta capital rumbo a Joaquín V. González y El Quebrachal. A la altura del kilómetro 644, un caballo se atravesó de forma repentina, y pese a que el conductor maniobró para esquivarlo, el choque fue inevitable.
El parabrisas quedó completamente destruido y el caballo murió en el acto. El chofer sufrió lesiones leves y ninguno de los pasajeros resultó herido, aunque muchos vivieron momentos de gran angustia. A pocos metros, apareció otro caballo muerto, lo que hace suponer que ambos andaban sueltos por la zona.
Los pasajeros quedaron varados durante horas hasta que llegó otro micro para completar el recorrido. En el lugar trabajaron policías y bomberos voluntarios de El Galpón, que asistieron al conductor y ordenaron el tránsito.
Este episodio vuelve a poner en evidencia un problema serio y repetido en muchas rutas salteñas: los animales sueltos. En especial en zonas rurales como El Tunal, donde el monte está cerca de la ruta y muchos campos no están debidamente cercados, los accidentes con caballos o vacas son una amenaza constante.
La falta de controles y sanciones claras agrava el panorama. Y aunque esta vez todo terminó sin víctimas, el riesgo sigue latente. En las rutas del interior, la vida de los pasajeros muchas veces depende más de la suerte que de la prevención.