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CRISIS EN EL TRANSPORTE

Desde este viernes, se suspende el servicio nocturno de colectivos en el área metropolitana

La medida afectará a miles de usuarios que dependen del transporte nocturno.

Desde este viernes, se suspende el servicio nocturno de colectivos en el área metropolitana

Una nueva complicación se suma al panorama del transporte público en Salta. A partir de las 00:00 del viernes 22 de agosto, quedará suspendido el servicio nocturno de colectivos en todo el área metropolitana. Así lo comunicaron formalmente las empresas que prestan servicio como subcontratistas de SAETA, en una decisión que responde a lo que califican como “una situación financiera crítica” producto del incumplimiento en los pagos por parte de la empresa estatal.

La medida impactará de lleno en la rutina de miles de salteños y salteñas que dependen de los colectivos para movilizarse durante la noche, ya sea por trabajo, estudio u otras actividades. Barrios alejados del centro, zonas con escasa iluminación y trabajadores del turno noche quedarán sin cobertura en un horario donde las alternativas son escasas o directamente inexistentes.

Qué hay detrás del paro nocturno

Las empresas aseguran que el retraso en los pagos por parte de SAETA les impide sostener los costos básicos de operación. En particular, mencionan dificultades para abonar cuotas de créditos que habían asumido con el objetivo de renovar unidades y mantener el parque automotor en condiciones. A esto se le suma el precio del combustible, que no ha dejado de subir, y que representa uno de los mayores gastos para las prestatarias.

Entre las firmas que decidieron frenar el servicio nocturno figuran Tadelva SRL, El Cóndor SA, UTE Lagos San Ignacio, Transal SA, Ale Hnos SRL, Eduardo Ale SRL, Alto Molino SRL y Ahynarca SA. Todas ellas forman parte de la red de subcontratistas que operan distintas líneas del sistema de transporte público de pasajeros en Salta.

En un comunicado conjunto, expresaron que vienen cumpliendo con los compromisos asumidos en la última licitación, incluyendo inversiones en infraestructura y renovación de unidades. No obstante, remarcaron que la falta de pago por parte de SAETA pone en jaque su operatividad. “Nuestra capacidad financiera puede colapsar”, advirtieron, señalando que el retraso acumulado ya supera los límites tolerables.

Usuarios a la deriva

El corte del servicio nocturno deja en una situación compleja a quienes utilizan el colectivo como único medio de transporte entre la medianoche y las primeras horas del día. Los más afectados serán trabajadores de hospitales, estaciones de servicio, personal de seguridad y limpieza, estudiantes que cursan en horarios vespertinos o nocturnos, y vecinos de barrios periféricos que dependen exclusivamente del transporte público para desplazarse.

Si bien el paro no afectará los horarios diurnos, desde las 0 hasta las 5 de la mañana del viernes (y de ahí en adelante, todos los días hasta nuevo aviso), no circulará ninguna unidad en las líneas afectadas. No se trata de una protesta ni de una medida gremial, sino de una decisión empresarial motivada por la imposibilidad de sostener los costos operativos sin los pagos correspondientes.

Una advertencia que podría escalar

Desde el sector empresario dejaron en claro que esta suspensión es el primer paso de una serie de medidas que podrían profundizarse si no se logra un acuerdo o una solución inmediata. Advirtieron que están dispuestos a reanudar el servicio nocturno si SAETA regulariza la situación financiera, pero que, de continuar el incumplimiento, no descartan avanzar con nuevas restricciones, incluso durante el día.

La tensión entre las subcontratistas y SAETA no es nueva, pero esta vez la situación parece haber llegado a un punto límite. Según trascendió, hubo múltiples pedidos formales para destrabar los pagos atrasados, pero hasta ahora no hubo respuestas concretas. Las prestatarias exigen un “gesto” de parte de la empresa estatal, tanto en lo económico como en lo institucional, para garantizar la continuidad del servicio.

En ese sentido, también reclamaron mayor seguridad jurídica y previsibilidad en las relaciones contractuales. Aseguran que operan bajo condiciones cada vez más adversas, con costos que se disparan mes a mes, y sin la certeza de recibir los pagos en tiempo y forma.

¿Qué puede pasar en los próximos días?

La suspensión del servicio nocturno no solo tiene un impacto inmediato en la vida cotidiana de miles de salteños, sino que también abre un nuevo capítulo en la discusión sobre el financiamiento y la sostenibilidad del transporte público en la provincia.

Con un sistema que ya arrastra dificultades estructurales, y en un contexto económico nacional que no ofrece certezas, el conflicto entre SAETA y sus subcontratistas podría derivar en un deterioro aún mayor del servicio.

Por ahora, la medida es indefinida y todo dependerá de las próximas 48 horas: si SAETA logra algún tipo de acuerdo de pago o compromiso formal, el servicio podría restablecerse rápidamente. De lo contrario, la suspensión nocturna continuará y no se descartan nuevos anuncios.

En este escenario, crece la preocupación entre los usuarios habituales del transporte público, quienes piden que se priorice el diálogo y se evite una crisis que terminará afectando, una vez más, a los sectores más vulnerables.

 


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