El mercado laboral en Salta atraviesa un momento complicado. Si bien la tasa de desempleo se mantuvo en un 7,6 % en el segundo trimestre, el aumento del trabajo informal preocupa a especialistas y refleja la precarización que vive gran parte de la provincia.
El empleo informal, que incluye a quienes trabajan sin registrar ni aportes, alcanzó el 43,2 % a nivel nacional, con un incremento constante en los últimos meses. En Salta, esta realidad se manifiesta en un crecimiento del cuentapropismo y del trabajo en negro, sobre todo en sectores como la construcción, el comercio y los servicios.
La economía local sufre los efectos del estancamiento nacional y la caída en la actividad productiva, que afectan la generación de empleo formal. Además, la inestabilidad financiera y el aumento del dólar complican el panorama, limitando las posibilidades de inversión y crecimiento.
Esta tendencia no solo impacta en la cantidad de empleo, sino en la calidad y los ingresos de los trabajadores, que ven cómo sus salarios se mantienen estancados mientras crece la inseguridad laboral.
El mayor desafío para Salta será revertir esta tendencia y promover políticas que fomenten el trabajo registrado y condiciones dignas para los trabajadores, en un contexto donde la economía informal se instala cada vez más como la única alternativa para muchos.