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GRAN SUSTO!

El viento Zonda voló el techo de una casa en Villa Chartas

Una ráfaga intensa levantó la estructura de chapa de una vivienda del pasaje Cafayate. Dos niñas resultaron golpeadas.

El viento Zonda voló el techo de una casa en Villa Chartas

La madrugada del lunes se volvió una pesadilla para una familia de Villa Chartas, cuando una potente ráfaga del viento Zonda arrasó con el techo de una de las habitaciones de su casa. El fenómeno meteorológico, que sorprendió a gran parte de la ciudad de Salta durante la madrugada, generó momentos de angustia en el pasaje Cafayate, donde las chapas de una vivienda volaron por los aires y cayeron a metros de distancia, dejando daños materiales considerables y provocando el susto de una familia entera.

El dormitorio afectado era el de dos niñas, de 10 y 15 años, nieta y bisnieta de la dueña de la casa, quienes se encontraban durmiendo al momento del incidente. Aunque una de ellas sufrió un golpe en una pierna, afortunadamente no fue necesario trasladarla al hospital, según relataron los familiares.

“Fue cuestión de segundos”, contó la mujer a cargo del hogar, aún en estado de shock por lo vivido. “Escuchamos un ruido fuerte, como un rugido, y después las chapas volaron. Una cosa espantosa. Nunca me había pasado algo así”, comentó. La situación dejó a la familia en vilo y ahora enfrentan el desafío de reparar el techo en medio de dificultades económicas.

El viento Zonda, caracterizado por su intensidad y la sequedad que deja en el ambiente, bajó con fuerza desde la zona precordillerana y golpeó con particular violencia algunos barrios de la capital salteña, entre ellos Villa Chartas, donde las construcciones de materiales livianos son comunes. “Se escuchaba como si algo se viniera encima. Los perros ladraban sin parar, ya presentían que algo estaba por pasar”, recordó la mujer.

La escena fue caótica: pedazos de chapa volando, maderas desprendidas y una habitación completamente expuesta al cielo. La familia, que vive con lo justo, salió rápidamente a intentar asegurar lo que quedaba de la estructura para evitar más daños ante posibles nuevas ráfagas. "Salimos como pudimos a juntar las chapas que volaron al baldío. Por suerte no le pegaron a nadie", añadió.

Ahora, la prioridad para esta familia salteña es conseguir los materiales necesarios para reconstruir el techo de la habitación afectada. “Nos hacen falta dos barrales y tornillos para asegurar bien. El tema es que todo está caro y no nos alcanza”, explicaron. El precio del hierro, los perfiles metálicos y los insumos básicos para la construcción no para de subir, lo que complica aún más a los vecinos de zonas vulnerables.

Este tipo de fenómenos climáticos pone en evidencia la fragilidad de muchas viviendas en la periferia de Salta capital, donde las estructuras no siempre cuentan con la resistencia adecuada para soportar ráfagas de viento tan intensas. En algunos casos, como el ocurrido en Villa Chartas, el Zonda llega sin previo aviso, en plena noche, y deja tras de sí una escena de destrucción.

La familia permanece a la espera de algún tipo de colaboración, tanto de vecinos como de organismos municipales o provinciales. Hasta el momento, no habrían recibido asistencia oficial. “No queremos plata, solo los materiales para arreglar. No queremos dormir otra noche así”, expresaron.

Durante las horas siguientes al incidente, los vecinos se acercaron a colaborar con lo que podían: algunas chapas sueltas, clavos, herramientas prestadas. Sin embargo, los daños estructurales requieren una intervención más firme. Las lluvias previstas para los próximos días en Salta solo agravan la urgencia.

Según los pronósticos, este tipo de vientos no son frecuentes en esta época del año, pero los cambios bruscos de clima y el calentamiento global generan alteraciones en los patrones habituales. Lo cierto es que cada vez son más comunes los episodios extremos, con tormentas eléctricas intensas, granizo o vientos de gran velocidad que afectan principalmente a los sectores más desprotegidos.

La escena que dejó el viento en Villa Chartas se repite con variaciones en distintos puntos del Gran Salta, donde las casas de chapa y madera son habituales. La falta de planificación urbana y la precariedad de muchas construcciones hacen que cualquier evento meteorológico se transforme en una amenaza seria para la seguridad de cientos de familias.

En este contexto, los vecinos apelan a la solidaridad salteña, esa que aparece en los momentos más duros. La familia afectada se encuentra recolectando materiales por su cuenta y difundiendo su situación a través de grupos vecinales y redes sociales. Cualquier ayuda es bienvenida, remarcan.

Mientras tanto, las niñas tratan de volver a una rutina normal, aunque el susto vivido dejó su huella. “Todavía están nerviosas, no quieren dormir solas. Fue fuerte”, comentó la madre. El golpe emocional es tan duro como el material, y la tranquilidad parece haberse volado junto con el techo.


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