El viento zonda volvió a hacerse sentir con fuerza en Salta durante la madrugada de este martes, generando una serie de incidentes que afectaron a miles de vecinos en la Capital y también en localidades del interior. Entre las 4.30 y las 7 de la mañana, el Sistema de Emergencias 911 recibió un total de 136 llamados que reportaban situaciones de riesgo y daños en viviendas, calles y espacios públicos.
Las ráfagas intensas provocaron la voladura de techos de chapa, la caída de árboles de gran porte y postes de tendido eléctrico, además de daños en cartelería y estructuras metálicas en pleno macrocentro. La magnitud del fenómeno obligó a un despliegue inmediato de la Policía de Salta, personal de Defensa Civil y agentes de distintas áreas del Ministerio de Seguridad y Justicia, que trabajan en el relevamiento de las zonas más golpeadas y en la asistencia directa a los damnificados.
Los barrios más afectados fueron Solís Pizarro, 6 de Septiembre, Santa Lucía, Villa Cristina, Palermo, Solidaridad, La Paz, Lavalle, Lola Mora, Villa Primavera, San Antonio, Palmeritas, Santa Ana, Docente Sur, Limache, San Francisco Solano, 2 de Abril, Costanera, Villa Soledad, Atocha, La Lonja, Portezuelo Sur y Villa Palacios, entre otros sectores de la Capital. Cada uno de ellos registró desde desprendimientos de techos hasta árboles y ramas caídas que obstruyeron calles y dañaron vehículos.
En San Antonio de los Cobres también se reportó la voladura de un techo de chapa, lo que obligó a trasladar de urgencia a los equipos de emergencia hasta la localidad puneña. En paralelo, en villa San Antonio, un incendio en una vivienda encendió las alarmas, aunque pudo ser controlado rápidamente, con daños materiales pero sin víctimas que lamentar. En avenida Hipólito Yrigoyen, en tanto, personal especializado debió intervenir por problemas estructurales en un inmueble.
El temporal no solo afectó a los barrios periféricos y del sur capitalino, sino también al macrocentro, donde la caída de carteles publicitarios y estructuras metálicas generó un alto riesgo para los transeúntes y el tránsito vehicular. Varias calles permanecieron momentáneamente cortadas mientras se llevaban adelante las tareas de despeje y aseguramiento.
La alerta amarilla emitida por el Servicio Meteorológico Nacional se extendió hasta las 18 horas de hoy, por lo que se prevé que las condiciones de inestabilidad continúen, con ráfagas que podrían superar los 60 kilómetros por hora en distintos puntos de la provincia. Ante este escenario, las autoridades reforzaron la presencia de móviles policiales y cuadrillas de Defensa Civil en las zonas críticas.
Más allá de los daños materiales, desde el área de Seguridad señalaron que hasta el momento no se registraron heridos de gravedad, aunque sí se vivieron momentos de tensión en distintos barrios. Muchas familias debieron resguardarse en casas de vecinos o familiares cercanos luego de que sus techos fueran arrancados por el viento.
La caída de postes eléctricos generó interrupciones parciales en el servicio de energía en algunos sectores, lo que se suma a la falta de iluminación en la vía pública. Equipos técnicos trabajan para reponer el suministro en los barrios afectados, aunque se advierte que las tareas podrían extenderse varias horas debido a la magnitud de los daños.
El viento zonda, característico de esta región del país, suele presentarse con un aire cálido y seco que incrementa la sensación térmica y eleva el riesgo de incendios forestales. Por eso, desde Defensa Civil recordaron la importancia de evitar cualquier quema de pastizales, restos de poda o basura, así como la necesidad de no arrojar colillas de cigarrillo en espacios abiertos. La combinación de ráfagas intensas con materiales inflamables puede desencadenar focos ígneos de gran peligrosidad.
En distintos barrios, los vecinos se organizaron para colaborar entre sí, retirando ramas, apuntalando techos dañados y conteniendo a las familias más afectadas. En zonas como Villa Primavera y Solidaridad, las imágenes de chapas retorcidas en plena calle se repiten como un reflejo del poder del viento.
El fenómeno meteorológico también tuvo impacto en la movilidad urbana. Varias líneas de colectivos registraron demoras y cambios de recorrido debido a calles bloqueadas por árboles caídos. En tanto, los taxistas y remiseros advirtieron dificultades para circular en arterias con cables de luz cortados y cartelería desprendida.
En el interior, además de lo sucedido en San Antonio de los Cobres, se reportaron ráfagas intensas en el Valle de Lerma y la zona de los Valles Calchaquíes, aunque hasta el momento no se registraron incidentes graves. Las autoridades mantienen guardias activas para monitorear cualquier situación que pueda surgir.
El Ministerio de Seguridad y Justicia destacó que la asistencia continuará durante toda la jornada, con especial foco en aquellas familias que perdieron gran parte de sus pertenencias o vieron afectadas sus viviendas. En paralelo, se trabaja en la limpieza de calles y en la restitución de los servicios públicos básicos.
La experiencia de esta madrugada deja en evidencia la necesidad de que los vecinos extremen precauciones ante alertas meteorológicas. Entre las recomendaciones se insiste en asegurar techos y objetos que puedan volarse, evitar la circulación innecesaria en plena tormenta y, sobre todo, mantenerse atentos a la información oficial emitida por los organismos de seguridad.
En caso de emergencia, se solicita a la población comunicarse de inmediato al Sistema de Emergencias 911, que continuará recibiendo reportes y coordinando la asistencia en toda la provincia.
Mientras tanto, los equipos de trabajo seguirán desplegados en cada rincón donde el viento dejó su marca. El zonda, con su fuerza indomable, volvió a recordar a los salteños la vulnerabilidad de la ciudad frente a los fenómenos climáticos y la importancia de la prevención comunitaria.