Después de más de cuatro décadas de angustia, la familia de Diego Fernández Lima podrá despedir al adolescente desaparecido en 1984. Los restos fueron hallados este año en la casa de un excompañero del colegio en Coghlan y finalmente restituidos a sus familiares.
El velatorio se realizará este viernes en Villa Urquiza, en Nardi Sepelios, en la esquina de Álvarez Thomas y Arizona, de 15 a 0 horas. El sábado, los restos serán trasladados en caravana al Cementerio de Chacarita para recibir sepultura. Javier Fernández Lima, hermano de Diego, invitó a familiares, amigos y vecinos a participar de la despedida.
Diego desapareció el 26 de julio de 1984, tras salir de su casa para visitar a un amigo y nunca llegar a la secundaria ENET N°36. Sus padres denunciaron la desaparición, pero la causa fue archivada como una supuesta “fuga de hogar”.
El hallazgo de los restos se produjo en mayo, cuando obreros trabajaban en una propiedad de la avenida Congreso y encontraron fragmentos óseos en el jardín lindante a la vivienda de Cristian Graf, excompañero de Diego. La investigación forense del fiscal Martín López Perrando y del EAAF permitió identificar los restos y determinar que el adolescente murió de una puñalada en el pecho, y que luego fue enterrado en una fosa improvisada.
El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 56 sobreseyó a Graf por inexistencia de delito, aunque la familia adelantó que apelará la decisión para continuar buscando justicia. Graf, por su parte, se manifestó tranquilo y negó cualquier vínculo con el crimen.
Después de tantos años, la familia de Diego tendrá finalmente un cierre simbólico y la oportunidad de despedirlo, mientras sigue la búsqueda de respuestas y justicia en un caso que permaneció en la memoria por más de cuatro décadas.