Salta volvió a vestirse de celeste y blanco este domingo para rendir homenaje al General José de San Martín, al cumplirse 175 años de su Paso a la Inmortalidad. El acto oficial se llevó adelante en el tradicional Parque San Martín, epicentro de la ceremonia que reunió a representantes del Gobierno provincial, municipal, las Fuerzas Armadas, organismos de seguridad y vecinos que se acercaron a rendir tributo.
El evento estuvo presidido por el vicegobernador de la Provincia, Antonio Marocco, quien encabezó la jornada conmemorativa acompañado por la secretaria de Gobierno de la Municipalidad, Agustina Agolio, el coordinador de Relaciones Internacionales, Bruno Masciarelli, y el comandante de la V° Brigada de Montaña, Coronel Mayor Ricardo Felipe Fresta. La presencia institucional fue contundente, marcando el peso simbólico de esta fecha para la identidad salteña y argentina.
Desde temprano, las banderas de Argentina y de Salta fueron izadas al compás del viento matutino, en un gesto solemne que dio inicio a la ceremonia. Luego se entonaron las estrofas del Himno Nacional y del Himno a San Martín, interpretaciones que invitaron al recogimiento y al orgullo por la historia nacional.
La jornada continuó con la colocación de una ofrenda floral al pie del monumento del Libertador, gesto que simboliza el respeto eterno hacia quien forjó la independencia del país y soñó con una América unida. Las autoridades, formadas en un marco de profundo silencio, dedicaron un minuto de reflexión, mientras los presentes acompañaban con un silencio respetuoso que se sintió en todo el parque.
No faltó la dimensión espiritual en la conmemoración. El capellán del Ejército ofreció una invocación religiosa que puso el foco en los valores que San Martín defendió en vida: la libertad, la justicia y el compromiso con el pueblo. En palabras sentidas, se recordó su legado como ejemplo de entrega y humildad, cualidades que todavía hoy resuenan con fuerza en una sociedad que busca referentes éticos y morales.
La ceremonia culminó con la tradicional Marcha de San Lorenzo, pieza emblemática que despierta emociones cada vez que suena en actos patrios. El momento marcó el cierre formal del homenaje, pero también abrió la puerta a una reflexión más profunda sobre el rol de San Martín en la historia argentina y el lugar que ocupa en la memoria colectiva.
El Parque San Martín, uno de los espacios verdes más queridos por los salteños, se convirtió así en escenario de un nuevo capítulo de memoria y compromiso con el pasado. Bajo la sombra de los árboles centenarios y frente al busto del Libertador, la comunidad se reencontró con su historia y reafirmó los valores que forjan la identidad de esta tierra.
Para muchos salteños, estas ceremonias no son solo un deber cívico, sino una oportunidad de transmitir a las nuevas generaciones el orgullo de pertenecer a una Nación que fue construida con coraje, visión y sacrificio. El legado de San Martín sigue vivo, no solo en los libros de historia, sino también en cada acto sencillo de respeto por la Patria.
En este sentido, la participación de jóvenes, familias y veteranos en el acto mostró que el espíritu sanmartiniano sigue presente en la sociedad. No es casual que en Salta, cuna de heroísmos y escenario de gestas fundamentales para la independencia, la figura de San Martín sea recordada con tanto respeto. Después de todo, esta provincia fue parte activa de la lucha emancipadora, y su pueblo guarda con celo los ideales de libertad que el Libertador encarnó.
El acto también tuvo un mensaje implícito en estos tiempos: la necesidad de recuperar valores fundacionales para enfrentar los desafíos actuales. San Martín no solo fue un estratega militar, sino también un líder con una mirada humanista y un profundo sentido del deber. Recordarlo es, también, reflexionar sobre el tipo de país que queremos construir.
Mientras algunos vecinos dejaban flores al pie del monumento y otros se tomaban unos minutos para retratar el momento con sus celulares, el clima de respeto no se alteró. La ceremonia se desarrolló con orden, solemnidad y una fuerte carga simbólica que fue más allá del protocolo.
El homenaje a San Martín en Salta no fue solo un acto institucional, sino un gesto de reafirmación de identidad, de mirada al pasado para proyectar el futuro. Y en esa línea, el mensaje que dejó la jornada fue claro: honrar a los próceres no es solo recordarlos una vez al año, sino actuar con principios, con coraje y con compromiso, como ellos lo hicieron.